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Los sindicatos ponen sobre la mesa un gran pacto social

Buscan un acuerdo global con el Gobierno más allá de la reforma de las pensiones. Trabajo lo ve con buenos ojos

ANA REQUENA

Las negociaciones entre sindicatos y Gobierno sobre la reforma de las pensiones puede tomar un rumbo inesperado. CCOO y UGT pusieron ayer sobre la mesa la posibilidad de alcanzar un gran pacto social que vaya más allá de los cambios en el sistema de pensiones y que abarque otras materias pendientes como la reforma de la negociación colectiva o las políticas activas de empleo. Se trataría de un gran pacto en el que, además de Gobierno y sindicatos, estarían también incluidos la patronal y los grupos políticos.

'Vale la pena ensayar las posibilidades de un acuerdo global que desde nuestro punto de vista daría más tranquilidad a nuestro país y enviaría un mensaje nítido a los mercados internacionales', señaló ayer el secretario de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano. Un discurso novedoso si se tiene en cuenta que es la primera vez que un representante sindical alude a la necesidad de calmar a los mercados. El propio secretario general del sindicato, Ignacio Fernández Toxo, ya había apuntado poco antes en la Cadena Ser la posibilidad de alcanzar un gran pacto social.

Zapatero: 'La ausencia de reformas es peor que la falta de consenso'

También desde UGT destacaron la conveniencia de un gran acuerdo. 'Hace falta un pacto global que vaya más allá de las pensiones, en el que haya un compromiso conjunto de las fuerzas políticas y de los interlocutores sociales para establecer un pacto político y social que posibilite garantizar la cohesión social, el futuro del sistema público de pensiones y la recuperación de la actividad económica', dijo su secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer.

En el acuerdo entrarían también algunos extremos de la reforma laboral (hay reglamentos por desarrollar) o las políticas industriales. Para CCOO, también podría abordarse 'en qué condiciones se puede recuperar el acuerdo sobre empleados públicos' que agentes sociales y Ejecutivo firmaron el pasado febrero y que el Gobierno infringió al rebajar los sueldos públicos.

El Ministerio de Trabajo es favorable a la idea de un gran acuerdo. Su titular, Valeriano Gómez, se mostró ayer partidario de que la negociación sobre las pensiones se amplíe a otros asuntos y llegue también al ámbito político. Gómez aseguró que existen 'avances tangibles' en el proceso de negociación. 'Pondremos mayor voluntad y esfuerzo político y mayor grado de intensidad en las negociaciones para que el acuerdo se haga efectivo', dijo. El Gobierno podría incluir a la CEOE en las reuniones esta misma semana, según informa Europa Press.

El 25 de enero las partes deben tener ya un acuerdo o no sobre pensiones

Desde CCOO marcaron incluso un plazo, el 25 de enero, día en que el Congreso vota las conclusiones del Pacto de Toledo. 'Para esa fecha deberíamos tener tasado el nivel de acuerdo respecto a las pensiones', afirmó Lezcano. Un punto que podría, por tanto, condicionar el resto del acuerdo.

No obstante, las dificultades persisten, concretamente una: la ampliación de la edad de jubilación hasta los 67 años. Gobierno y sindicatos mantienen un tira y afloja al respecto que parece complicado resolver. El secretario de Comunicación de CCOO reiteró ayer el 'rotundo rechazo' sindical a la obligatoriedad de esta medida.

El Gobierno ya ha sugerido varias fórmulas de flexibilidad en la jubilación, por ejemplo, que las personas que hayan cotizado más de 35 años puedan jubilarse a los 65 años. Los sindicatos son proclives a introducir fórmulas de flexibilidad, pero dejan claro que eso no supone renunciar a que la edad legal de jubilación se mantenga como hasta ahora.

Por otro lado, el Gobierno tampoco está dispuesto a ceder sobre la ampliación de la edad de retiro. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió ayer durante la presentación del Informe Económico, en que la edad de jubilación se extenderá hasta los 67 años, si bien subrayó que la reforma será 'gradual, progresiva y flexible'.

Zapatero se refirió a todas las medidas pendientes en el terreno laboral, pero lo hizo por separado, sin mencionar la posibilidad de un acuerdo global. Entre ellas, hizo hincapié en la reforma de la negociación colectiva. El jefe del Ejecutivo habló de simplificar y 'flexibilizar' los convenios. El pasado lunes UGT volvió a hacer un llamamiento a la CEOE para sentarse a la mesa de negociación lo antes posible.

Ayer hubo también advertencias. 'Hay algo peor que la ausencia de consensos para aplicar las reformas, la ausencia de reformas. Y como eso sería lo peor, no va ocurrir', destacó Zapatero, dejando claro que el Gobierno aprobará unilateralmente las reformas si no hay acuerdo. Por el lado sindical, recordaron que, llegado el caso, no renunciarán a ningún instrumento de movilización: aunque las centrales prefieren el acuerdo, se preparan también para un posible desacuerdo.

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