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Los controladores trabajarán menos y el sueldo se ajustará a la productividad

La retribución media será de 200.000 euros. La jornada se reducirá a 1.615 horas en 2013 frente a las 1.710 actuales

MIGUEL ALBA

En 183 páginas se contiene la paz aérea. Un documento que tanto Juan Ignacio Lema, presidente de Aena, como Camilo Cela, su homólogo en Usca, el sindicato de controladores aéreos de la empresa pública, ilustraban ayer con una foto de consenso, impensable hace menos de un mes. 'Este es el convenio de Aena', aseguraba Lema. 'Estamos deseando una relación normalizada con Aena que redunde en la vida de los controladores', incidía Cela. Ambos hablaban con el texto aún caliente entre sus manos. Sin conocer al detalle el laudo dictado por Manuel Pimentel, tras un mes de intensas reuniones y negociaciones que han ido poniendo en verde 'las grandes zonas rojas' con las que llegó el proyecto de convenio al arbitraje.

El segundo convenio de los controladores aéreos de Aena, con vigencia hasta 2013, nace con dos grandes premisas: la fijación de una jornada laboral y una nueva política retributiva. El laudo fija el salario en función del número de horas trabajadas y la productividad, un nuevo concepto introducido por Pimentel en función de la costumbre europea, que abre la puerta a Aena a introducir como factor de retribución una estadística que computa, grosso modo, el número de vuelos operados por hora.

Aena ya conoce la productividad de vuelos operados por hora y empleado

Como máximo, según se estableció en los acuerdos de agosto entre compañía y sindicato, la retribución media de los controladores aéreos para los años 2011 y 2012 será de 200.000 euros anuales para los profesionales en situación operativa.

El convenio soluciona con la definición del complemento de productividad otro de los grandes focos de conflicto, pues los controladores querían que ese 5% de la masa salarial se repartiera de forma uniforme entre todos los trabajadores. El laudo establece, sin embargo, que esa parte variable se cobrará si se cumplen una serie de requisitos individuales ligados a la productividad, puntualidad, presencia o el absentismo y colectivos de cada torre de operaciones.

Además, a partir de ahora, los controladores ganarán menos porque trabajarán menos horas. El salario queda íntimamente ligado a la jornada laboral que, este año, tendrá un máximo de 1.710 horas (1.670 de jornada laboral, más 40 de formación). Esta jornada es la misma que el Gobierno incluyó el pasado 3 de diciembre en el real decreto ley de medidas económicas, decisión que desembocó en el abandono masivo de los puestos de trabajo por parte de los controladores, provocando el cierre del espacio aéreo español durante un día.

'No hay vencidos ni vencedores en el convenio', asegura Blanco

En 2012, la jornada laboral será de 1.695 horas (25 horas de formación) y 1.615 horas (20 horas de formación), en 2013. 'Los controladores españoles trabajan más que la media europea, pero también ganan más', explicaba Pimentel, que ha tendido a corregir el exceso de horas en función de la normativa europea (poco más de 1.500 horas al año).

Con la redefinición de jornada laboral, los controladores ya no tendrán que recuperar las horas de jornada aeronáutica cuando se reincorporen de una baja. 'Cuando un controlador reingrese tras una baja se le computará como a cualquier otro trabajador. Se reincorporará en su turno, cumpliendo el máximo de horas mensuales y anuales', definía Pimentel. 'No hay que recuperar las horas perdidas durante la baja', insistía el exministro de Trabajo.

Sin embargo, la coexistencia de jornada laboral y jornada aeronáutica el tiempo en el que un controlador está operando, que será anualmente de 1.670 horas más 80 horas extras, sigue siendo causa de algunos desencuentros. 'Si el límite mensual de 170 horas se refiere a la jornada aeronáutica no me parece bien', señalaba Cela, nuevo portavoz de USCA, en sustitución de César Cabo, que ayer anunciaba en su Twitter el cese de su actividad como representante público del sindicato.

El laudo también introduce una novedad en cuanto a la política de jubilaciones. Desaparece la Licencia Especial Retribuida, a la que se acogían los controladores a partir de los 52 años, sustituida por la Reserva Activa, a los 57 años. Desde esa edad, los controladores pasarán un control psicofísico cada seis meses para renovar su licencia hasta los 62 años. En caso de perderla, el controlador pasará a desempeñar una tarea no operativa con la consecuente reducción de salario o a la Reserva Activa, si Aena no le ofrece una tarea no operativa. En la Reserva Activa, el controlador percibirá un sueldo equivalente al 75% de su salario, con el límite del doble de los establecido para las pensiones de jubilación de la Seguridad Social (alrededor de 35.000 euros anuales). Con el convenio anterior, los controladores podían prejubilarse a los 52 o 55 años (según los años de servicio) y cobraban íntegro su salario ordinario (de media 170.000 euros anuales).

'Con este convenio no hay vencedores ni vencidos', aseguraba el ministro de Fomento, José Blanco. 'Aena va a cumplir el laudo de la A a la Z', sostenía el titular de Fomento, antes de lanzar un mensaje de optimismo ante el anuncio de huelga de los sindicatos de Aena, para Semana Santa y el verano, por la privatización del ente público. 'Con el diálogo seremos capaces de llegar a un acuerdo con los sindicatos que garantice la tranquilidad en los aeropuertos en Semana Santa', sostenía Blanco.

La gran diferencia con los sindicatos estriba en aquellos trabajadores que entren a formar parte de la plantilla de los concesionarios privados que exploten Barajas y El Prat, reticentes a mantener las mismas condiciones del convenio de Aena, que sí mantendrán los empleados que formen parte de Aena Aeropuertos. 'Hay fórmulas para llegar a acuerdos con los concesionarios sin dañar a los trabajadores', explican, sin precisarlas, desde Fomento.

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