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La CAM, obligada a encontrar ya un socio para evitar la intervención

Cajastur, Extremadura y Cantabria rechazan la fusión con la caja alicantina y formarán su propio grupo

VIRGINIA ZAFRA

No hubo sorpresas. La CAM no podrá fusionarse con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria como habían pactado en junio pasado porque estas tres últimas se han echado atrás en el último momento. Ayer rechazaron el proyecto de unión con el argumento de que la caja alicantina suponía un lastre muy grande para ellas. Los presidentes de estas entidades explicaron a sus respectivas asambleas que si continuaban adelante con la operación, los beneficios de los próximos años tendrían que dedicarse íntegramente a devolver las ayudas públicas (que hubieran ascendido a un total de 4.277 millones de euros) y no servirían, como se pretendía con la fusión, ni para seguir creciendo ni para dotar la obra social.

Sólo la asamblea de la CAM dio el visto bueno a la operación, aunque la negativa de los otros tres socios la hace inviable. Esta entidad aseguró que continuará adelante con Banco Base y amenazó con demandar a sus hasta ahora socios ante los tribunales.

Santander, BBVA, La Caixa, Popular y Sabadell, candidatos a absorber la CAM

Su conversión en banco facilita la operación de integración que tendrá que pactar en los próximos días, ya que al ser un banco y no una caja, permite que se haga con cierta rapidez la unión con otro banco. En el Banco de España tienen claro que no podrá continuar en solitario y que deberá encontrar un socio de viaje que le ayude a paliar su débil situación de solvencia. El supervisor, que ya la semana pasada sabía que esta fusión se rompía, ha tanteado a varios grandes grupos para que se hagan cargo de esta entidad. Aunque la mayoría se han mostrado reticentes porque las necesidades de capital superarían los 2.000 millones de euros, todavía están por negociar las condiciones.

El supervisor cuenta con La Caixa, BBVA, Santander, Banco Popular y Sabadell como candidatos a hacerse con la caja alicantina, que sería absorbida y evitaría así la intervención a la que podría verse abocada en los próximos meses si no consigue un socio. Inicialmente, al que más podría interesar es al Santander, ya que su red es escasa en la zona de Levante y complementaría bien con la de la CAM. Sin embargo, La Caixa podría tener más fácil acometer la operación porque, de momento, no tiene que dar cuentas a los mercados; y el resto de entidades tendrían difícil explicar a sus accionistas la adquisición de una entidad con una morosidad muy elevada (cercana al 7%) y con una gran exposición al sector del ladrillo.

Lo más probable es que al final la cuestión se decida en función de cuántas ayudas esté dispuesto a conceder el fondo de rescate (FROB), bien de forma directa con la entrada en el capital o bien a través de un Esquema de Protección de Activos (EPA), como se hizo con Cajasur y con CCM. Esta última opción, que supone que el FROB asume la morosidad de la CAM hasta un límite, es la más factible, ya que cualquiera de las entidades que están en la puja prefieren no tener al Estado en su accionariado. Otra opción sería que se creara un banco malo con los activos inmobiliarios de la CAM y que se vendiera la entidad ya saneada, en cuyo caso no haría falta que el comprador recibiera ayudas públicas.

Las cuatro cajas deben presentar de forma urgente sus nuevos planes

Mientras, las otras tres cajas que formaban parte de Banco Base iniciarán hoy de nuevo los contactos para continuar con la fusión, pero al margen de la CAM. En su caso, podrían unirse sin necesidad de ayudas públicas y cumplirían, con toda probabilidad, con los requisitos de solvencia que exige la nueva normativa. No obstante, su tamaño rondaría los 60.000 millones de euros (ocuparía la octava posición del sector) y se quedaría escaso para lo que ahora reclaman los mercados (más de 100.000 millones) con lo que se abre la posibilidad de que se unan otros socios al proyecto. Ya se ha hablado de Unnim y de Banco Mare Nostrum.

El Banco de España apremió ayer a las cuatro entidades a presentar sus nuevas estrategias y les recordó que el próximo 28 de abril tienen que estar aprobados los planes de recapitalización. Eso implica que tendrán que presentarlos 'inmediatamente'.

La CAM estudia acciones legales contra las otras tres cajas

Desde la banca se dejó ayer claro que la ruptura de esta sociedad será perjudicial para la imagen del sistema financiero español, que lo último que necesitaba ahora es mostrar que la reestructuración no está tan encaminada como parecía. Un ejecutivo de un banco abogó por no conceder ayudas públicas a la CAM y esperar a que pida 'auxilio' para que la absorba quien convenga.

La ruptura de la operación, que hubiera creado el tercer mayor grupo de cajas, tuvo mucha contestación desde el ámbito político. El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, dijo que cualquier problema que afecte a las cajas es 'responsabilidad exclusiva del Banco de España' y 'de quienes estos años tenían que haber tomado las decisiones correctas' en un contexto de crisis, informa Efe. El presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, opinó que el rechazo a la operación es lo 'correcto' porque, en su opinión, es mejor formar parte de un grupo 'menor, que sea solvente, que tener alguna manzana podrida en el cesto'. El presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces, calificó de 'lógica' la votación.

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