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El Gobierno creará un subsidio para los trabajadores del campo

Los agricultores pasarán en 2012 al Régimen General de la Seguridad Social

FERNANDO VICENTE

A partir del 1 de enero de 2012, los 820.000 trabajadores agrarios dejarán de ser especie aparte. Disfrutarán, por fin, de los mismos derechos que los de la industria, los servicios o la Administración. Y será gracias a su paso al Régimen General de la Seguridad Social que aprobará hoy el Consejo de Ministros. Pero, además, el Gobierno va a comprometerse en esa normativa a crear un subsidio no contributivo para los trabajadores del campo de toda España. Será algo similar al PER que existe en Andalucía y en Extremadura, aunque los detalles no se han concretado porque se dejarán para un posterior desarrollo regulatorio.

La integración del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) en el Régimen General tendrá como consecuencia inmediata que los trabajadores del campo tengan los mismos derechos, obligaciones y niveles de protección que el resto de empleados.

Hasta ahora, la relación del trabajador agrario con la Seguridad Social era la de pagar lo mínimo posible. La de esta para con él, devolverle lo menos que pudiera. Es decir, la cotización agraria, 'el cupón', era fija y se basaba en el salario mínimo interprofesional (SMI). A cambio, la pensión que se recibía nunca podría superar dicho SMI. La nueva normativa establece un cambio radical, del que ya disfrutan el resto de trabajadores: cotizar en función del salario que se percibe y obtener a cambio mejores prestaciones cuanto mayor la cotización.

Es más, con el sistema que ahora desaparece, ningún trabajador agrario estaba dispuesto a cotizar más allá del mínimo exigido en número de jornadas trabajadas, ni a superar el mínimo de 15 años cotizados que da derecho a pensión porque percibiría el 100% de la pensión mínima cotizara de más o de menos.

Con el nuevo sistema se incentiva trabajar, y declarar, por encima del mínimo de 30 jornadas anuales que dan derecho a prestaciones. 'Las altas de pensión media del año pasado en el Régimen General rondaron los 1.500 euros. En el Agrario fueron de 530, la tercera parte', explica el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado. Otro tanto puede decirse del resto de prestaciones, como el desempleo, que es lo que más cambiará con la futura ley. El trabajo agrícola es, por naturaleza, intermitente. Por ello, siempre habrá periodos de inactividad durante el año, por lo que 'siempre será necesario algo parecido al PER de Andalucía y Extremadura', reconoce el secretario de Estado.

Hasta ahora sólo Extremadura y Andalucía tenían resuelto ese problema a través de un subsidio agrario, el PER (Plan de Empleo Rural), después rebautizado como AEPSA. Un sistema por el que los trabajadores realizan trabajos comunitarios remunerados para completar las jornadas que les faltan para tener derecho al desempleo contributivo. En la nueva ley el Gobierno se compromete a cubrir esos periodos de inactividad con un 'desempleo no contributivo' para todos los trabajadores agrarios, independientemente de la región en la que trabajen. Eso sí, seguirán pagando su cotización, aunque menor, durante los periodos de inactividad.

Habrá que esperar para saber cómo funcionará. 'El Gobierno se ha comprometido a cerrar un acuerdo para generar, gradualmente y en función de la situación económica, el desempleo no contributivo', explica Granado. Pero la expectativa de mejores prestaciones 'es un incentivo muy poderoso para declarar las jornadas, los contratos y para que la negociación colectiva presione en favor de la estabilidad en el mundo rural'. Por lo que, con el tiempo, ese nuevo PER 'será residual'.

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