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El día a día de la farragosa negociación colectiva

Los convenios moldean asuntos como salarios, jornadas o vacaciones

A.REQUENA /P.BLÁZQUEZ

Las expresiones complicadas y los términos casi incomprensibles siempre dejan frío a quien las oye o lee. Probablemente es lo que sucede con la negociación colectiva que, sin embargo, tiene un impacto decisivo en lo que sucede cada día en los centros de trabajo. Jornadas, salarios, vacaciones, traslados o contrataciones son algunos de los aspectos que moldean los convenios colectivos.

En una gran empresa, como el Banco Santander, con miles de trabajadores en nómina, la organización de los trabajadores es compleja. En cada provincia con más de cincuenta trabajadores se elije un comité de empresa. 'Sirven para los asuntos del día a día, un traslado dentro de la provincia, un anticipo salarial que no llega...', explica Ildefonso Sánchez, secretario general del comité de empresa del banco. No obstante, es la sección sindical estatal la que negocia con el banco los asuntos de envergadura. 'Hablamos sobre los diferentes acuerdos que tenemos con la empresa, por ejemplo el de empleo y prejubilaciones, de cualquier tipo de adelgazamiento de la plantilla o bajas incentivadas', precisa Sánchez.

Si hay algún acuerdo que no se cumple, el comité de empresa exige que la comisión paritaria lo revise. La nueva negociación colectiva potencia precisamente el papel de estas comisiones, formadas por representantes de empresa y trabajadores, para que sea allí donde se intenten resolver conflictos. En el banco, nunca han acudido al servicio de mediación y arbitraje para desatascar desacuerdos, aunque sí a los juzgados de los social, algo que quiere evitar la nueva norma.

Industrias Auxiliares Faus, una empresa de Valencia de 400 empleados, abordó en el año 2004 la negociación de un convenio colectivo propio. Como no podía ser de otra forma, el objetivo era mejorar las condiciones de los convenios por los que se regían hasta ese momento. Su negociación les permitió subidas de sueldos, mejores turnos de trabajo, un nuevo sistema de concesión de licencias, vacaciones, excedencias y mejorar el sistema de clasificación profesional. 'Lo conseguimos porque partimos de los mínimos de los convenios provinciales y nacional. Si no hubiera sido mucho más complicado', explica Josep Albors, del comité de empresa.

Los logros conseguidos duraron poco para algunos, ya que la crisis les ha obligado a negociar dos ERE, uno de suspensión y otro de extinción. A pesar de ello, la negociación con la empresa es fluida. 'Tenemos una comisión paritaria pero no ha sido necesario convocarla nunca', explica Albors.

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