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Los problemas de la banca también encarecen las hipotecas

El euríbor frena su caída y cerrará agosto en el 2%, pero si no hubiera tensiones en el mercado interbancario el recorte habría sido mayor

PILAR BLÁZQUEZ

Tras la avalancha de pésimas noticias que está deparando el agosto más negro (desde el punto de vista económico) de los últimos años, la despedida del mes presenta un dato capaz de arrancar una leve sonrisa a las familias españolas.

Cuando apenas faltan tres sesiones para finalizar el mes, todo apunta a que el euríbor, el indicador al que están ligadas la gran mayoría de las hipotecas del país, cerrará agosto por debajo del nivel alcanzado en julio. La media mensual, a fecha del pasado viernes, se situaba en 2,100%, frente al 2,183% de julio. De finalizar el mes así, sería la segunda caída intermensual en lo que va de año. Una buena noticia que podría haber sido incluso mejor. 'El descenso del euríbor se ha frenado porque las dudas sobre la salud financiera de los bancos y su posible falta de liquidez en los próximos meses se están instalando en las previsiones de los mercados', asegura Álvaro Lisson, experto de Analistas Financieros (AFI).

La mala marcha de la economía podría frenar la subida de tipos del BCE

La sonrisa de los que tengan que revisar su hipoteca se quedará en un atisbo, porque, a pesar de la caída, el euríbor todavía está un 0,679 puntos por encima de lo que marcó en agosto de hace un año. Eso significa que para una hipoteca media de 150.000 euros a 26 años con un diferencial del 0,5%, la cuota mensual se incrementará en 50,78 euros mensuales, algo más de 609 euros al año. Este impacto sólo se puede ver desde el lado positivo si se compara con lo que se encarecieron las hipotecas el pasado mes de julio, 727 euros; es decir, más de 118 euros más que este mes.

De cara al final de año, la tendencia podría ser de una ligera caída, ya que la mayoría de los expertos consultados auguran un euríbor a final de 2011 muy cercano al 2%. 'El miedo a una vuelta a la recesión se ha instalado en el mercado y eso podría frenar la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE), que hasta ahora todos dábamos por segura antes de final de año', asegura Nuria Álvarez, .

Hasta que comenzó este verano para los mercados financieros, parecía fuera de dudas que el BCE volvería a subir tipos de interés antes del final de 2011. Ahora está en el 1,5%, después de la subida de un cuarto de punto en julio, la segunda del año. 'Las supuestas tensiones que el BCE detectaba en la inflación y la llegada de un nuevo presidente [el italiano Mario Draghi] a la institución apuntaban a que este podría intentar mostrar su firmeza con esa subida de tipos', explica Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de Economía del Instituto de Empresa.

Es difícil que el euríbor acabe 2011 por debajo del 2%, según los expertos

El euríbor, que se elabora a través de encuestas a los responsables de los bancos que gestionan los préstamos con otras entidades, funciona como un indicador adelantado de la política de tipos de interés del BCE. Sube si los gestores piensan que habrá una subida de tipos y baja si piensan lo contrario. Esa ligera caída de agosto refleja esa sensación de que los nubarrones que acechan a la economía serán suficientes para evitar esa subida de tipos con la que venía amenazando el BCE.

'La marcha de la economía está siendo nefasta. Incluso Alemania no crece tanto como se esperaba y esas presiones de la inflación que tanto preocupaban a Trichet estaban más relacionadas con el precio del petróleo que otra cosa. Con esta situación, se difuminan los argumentos para una subida de tipos de interés. No parecería prudente', asegura Joan Carles Amaro, profesor de Control y Auditoría Financiera de Esade.

En base a esos argumentos, los bancos ya han comenzado a prestarse dinero entre ellos mucho más barato. Hay un indicador diario llamado eónia, que refleja el tipo de interés al que se prestan los bancos. A diferencia del euríbor, el eónia no es fruto de una encuesta sino de datos reales de las transacciones. 'Se está comprobando que el eónia baja mucho más de lo que baja el euríbor. Y el diferencial entre ellos es anormalmente alto', advierte Alvaro Lissón. (ver gráfico). 'Los bancos aceptan prestarse a un día porque el BCE está detrás, pero hay una fuerte desconfianza sobre lo que puede ocurrir en cada entidad de cara a los próximos meses. Así que aplican esa prima de riesgo del tiempo futuro que refleja el dato del euríbor', asegura.

En el día a día, los bancos se prestan más barato; pero a un año, hay más temores

Efectivamente, agosto no sólo ha estado cargado de una avalancha de malos datos macroeconómicos, sino también de multitud de rumores sobre la salud de las entidades financieras. Los más graves apuntaron a la falta de liquidez del francés Société Générale y, más recientemente, a las fuertes necesidades de ampliación de capital del estadounidense Bank of America, al que ha salido en su rescate el millonario Warren Buffet con una inversión de 5.000 millones de dólares. Tampoco se han librado de las dudas los bancos italianos y españoles.

La situación se ha puesto tan complicada que la actividad en el mercado interbancario (en el que los bancos se prestan para solventar sus necesidades de liquidez diaria) ha caído a niveles cercanos a la parálisis que se dio tras el primer rescate a Grecia en mayo de 2010. Esa escasez de liquidez obligó al BCE a recuperar, en su última reunión del 3 de agosto, una línea de créditos ilimitada a seis meses.

Para España, la situación es realmente complicada si se compara con los niveles de actividad de hace un año. Desde el pasado 6 de julio (cuando Ono hizo una emisión de 463 millones de euros), ninguna empresa ni entidad financiera española ha conseguido captar dinero en los mercados internacionales. Los bancos llevan más tiempos con problemas. BBVA fue el último en lanzar una emisión cuantiosa y lo hizo el 4 de abril, con una colocación de bonos corporativos por valor de 712 millones de euros, según los últimos datos actualizados por la empresa especializada Dealogic.

En términos agregados, los datos del tercer trimestre asustan. En el sector financiero, apenas se han realizado dos emisiones, por valor de 194 millones de euros, frente a las 43 (13.115 millones) realizadas en el mismo periodo del año pasado.

Entre las empresas no financieras, el volumen de emisiones también ha caído considerablemente: de 118 realizadas en el tercer trimestre de 2010, a las apenas 13 de este año en ese mismo período.

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