Público
Público

Los altos ejecutivos bloquean la petición de un impuesto a ricos

Impiden el intento de varias fortunas familiares de que el gran lobby empresarial consensúe proponer al Gobierno una subida fiscal. La CEOE, en cambio, pide sacrificios a las rentas altas

S. R. ARENES / R. ESCUDERO

Los ricos españoles no van a pedir públicamente al Gobierno que les suban los impuestos que pagan. Quedan, así, en evidencia frente a las grandes fortunas estadounidenses, francesas y alemanas, que han hecho esta petición el mes pasado para demostrar a la sociedad que también quieren arrimar el hombro ante la grave crisis. No se ve el mismo patriotismo en España. Varios presidentes de las principales empresas del país ganaron ayer la batalla a grandes fortunas familiares, que pugnaban por que se debatiera ayer y luego se consensuara una propuesta en el seno del lobby común que crearon: el Consejo Empresarial para la Competitividad.

Finalmente, esos directivos (que no son dueños de las empresas que gestionan) consiguieron que las familias dueñas de grandes compañías no plantearan ni siquiera la cuestión en la reunión extraordinaria del Consejo que se celebró ayer. Y ello, a pesar del fuerte convencimiento de muchos de los que verdaderamente son millonarios en el Consejo de que este colectivo debe dar un paso al frente como una muestra de responsabilidad con el país. En este lobby están los 17 presidentes de los gigantes del Ibex y de grandes empresas familiares y lo preside César Alierta, máximo ejecutivo de Telefónica y uno de los pesos pesados del Consejo.

Las fortunas familiares a favor de la subida no se atrevieron a pedirlo

Público adelantó el pasado domingo que los ricos estaban manteniendo un debate interno sobre si pedían al Gobierno públicamente pagar más al fisco. Pero no con nombres y apellidos, sino a través de un canal más institucional, como es el lobby más poderoso que ahora poseen y que es el Consejo Empresarial para la Competitividad. Grandes fortunas familiares querían llevar la cuestión a la reunión de ayer para acordar una postura, que tiene que ser por consenso. Cuando lo propusieron internamente y de manera informal días antes del encuentro, toparon con un no radical de altos ejecutivos. Las disensiones que se habían detectado en las distintas llamadas telefónicas y los contactos realizados en las últimas semanas tomaron fuerza. Y, finalmente, ganó la postura de importantes directivos, que han disuadido a los ricos de proponer un aumento fiscal. Ayer no se trató la cuestión, según fuentes conocedoras de la reunión, que incluyó almuerzo y tuvo lugar en la sede de Telefónica, habitual anfitriona de la actividad del Consejo desde que se creó en febrero para, entre otras cosas, presionar al Gobierno en las reformas.

Pero los empresarios sí comentaron la información adelantada por Público, tras lo cual acordaron que era conveniente intentar mantener un pacto de silencio.

A pesar de que cualquier subida fiscal a este colectivo no le supondría un dispendio significativo, los ricos no se atreven a pronunciarse sobre este asunto para no pisar callos ni en el PP ni en el PSOE a algo más de dos meses de las elecciones. Máxime ahora, cuando políticos de ambos partidos están calentando el debate público sobre esta cuestión de cara a su campaña y, según los empresarios, no están manteniendo una postura clara ni dentro del Gobierno y su partido, ni en la formación que preside Mariano Rajoy. 'No es el momento político de hacer una propuesta así', señalaron ayer fuentes empresariales.

Los detractores creen que no es el momento político de plantearlo

Salvo que los ricos rectifiquen en días venideros, han perdido su oportunidad de salvar la cara ante el ciudadano de a pie. No parece probable, pese a que algunos de ellos admiten que pedir pagar más impuestos sería una medida 'estética' y que no serviría de gran ayuda para contribuir a que España cumpla con el compromiso de reducir déficit como exigen Bruselas y los mercados.

Sorprendentemente, quién sí ha entrado públicamente en el debate ha sido la patronal empresarial, la CEOE, con la que las grandes empresas no suelen estar contentas porque consideran que no defiende bien sus intereses. Pero ayer pudo acertar. El presidente de la CEOE, Juan Rosell, aseguró que 'a quienes tengan rentas más altas, hay que pedirles sacrificios', aunque rechazó recuperar el Impuesto sobre el Patrimonio porque, a su parecer, 'es un impuesto arcaico que quita más de lo que da'.

Rosell puntualizó en una rueda de prensa que, 'en momentos excepcionales, nosotros tenemos que estar dispuestos a hacer cosas excepcionales', en referencia a la necesidad de que los contribuyentes con mayores ingresos tributen más en las arcas de Hacienda. Rosell mostró su preferencia por la opción de 'jugar con el IRPF' y analizar las diferencias de este impuesto con respecto a otros países, frente a la idea de recuperar el Impuesto sobre el Patrimonio y gravar más a las grandes fortunas.

El lobby empresarial no quiere pisar callos ni en el PP ni en el PSOE

Esta vía de modificar los tramos de renta del IRPF es la que preferían algunos ricos, frente al Impuesto sobre el Patrimonio, si se concretaba un aumento fiscal, según las fuentes que ha consultado este diario. Aunque ya han advertido que la subida afectaría a todas las rentas, sobre todo a las medias.

Que Rosell eligiera el día de ayer para pronunciarse precisamente sobre las opciones del impuesto para ricos se puede interpretar como un guiño a los presidentes de las grandes empresas, muchos de los cuales también están en los órganos de poder de la patronal.

Rosell da pistas: mejor 'jugar' con un cambio del IRPF, que afectaría a todos

El presidente de la CEOE reconoció que su directiva ha debatido sobre el aumento de la presión fiscal sobre los más ricos, aunque la postura de la patronal es que el debate general gire en torno a 'la globalidad de los impuestos' que existen en España, 'que son el IVA, el IRPF, el Impuesto de Sociedades y los impuestos especiales, más las cotizaciones sociales', y no sobre uno u otro en concreto.

Rosell también pidió 'un poco de sacrificio a quienes tienen el puesto de trabajo asegurado', refiriéndose así a los empleados públicos, tanto a los funcionarios como a los contratados por el Estado. 'No es momento de la queja constante, sino de la responsabilidad constante', reclamó.

Por otro lado, el exvicepresidente económico del Gobierno de Aznar y presidente de Bankia, Rodrigo Rato, dijo que siempre le ha parecido 'importante que los esfuerzos fiscales estén relacionados con la capacidad de cada uno'.

Toque al gobierno: después de las elecciones

Los 17 grandes ricos y directivos de las principales empresas del país que integran el Consejo Empresarial para la Competitividad sí hablaron ayer de la grave situación en la que se encuentran España y la zona del euro después del pánico desatado en las bolsas. Acordaron que el Consejo elabore un informe sobre cómo salir de la crisis. Con él, intentarán dar un toque al futuro Gobierno que salga de las elecciones, porque no quieren difundirlo antes del 20-N. El lobby prefiere actuar en la sombra.

Guerra interna: un club de ricos 'viciado'

Un gran empresario apuntó ayer a este diario que el Consejo 'es un club de ricos que ya nació viciado porque mezcla a los ricos-ricos con altos directivos'. El conflicto de ayer por el impuesto a ricos 'es sólo la punta del iceberg y quizá acabe en una muerte anunciada'.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias