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Una Grecia asfixiada no recibirá la ayuda hasta noviembre

La reunión de ministros del euro se salda con el retraso en la aprobación del tramo de 8.000 millones para Atenas y sin acuerdo sobre el refuerzo del fondo de rescate

DANIEL BASTEIRO

No es habitual, pero Evángelos Venizelos, el ministro de Finanzas de Grecia, llegó ayer a la reunión del Eurogrupo sin la permanente escolta de presiones y exigencias con la que suele ser obsequiado por sus socios de la zona del euro. No es habitual, pero de cara a la reunión de ayer apenas había expectativas. Los diplomáticos se habían encargado días antes de disiparlas, anunciando que no habría pasos significativos en la resolución de la crisis de deuda. Son muestras de un estancamiento político que ayer fue criticado sin matices desde dentro de una maquinaria decisoria de la Unión Europea, a la que le cuesta arrancar.

Por una parte, los ministros no desbloquearon los 8.000 millones de ayuda a Grecia que forman parte del primer rescate, aunque sí hubo un acuerdo que permitirá a los socios del euro exigir a Atenas un aval a cambio de esa cuantía, como pedía Finlandia.

El tramo pendiente del rescate es una cuestión de vida o muerte para Atenas

Su desembolso tendría que haber llegado a finales de septiembre y ahora se ha convertido en una cuestión de vida o muerte para evitar el impago griego, una posibilidad que, tras la reunión, desmintió 'firmemente' el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, que aseguró que se trata de 'rumores' y que 'nadie' lo planteó. El comisario de Economía, Olli Rehn, dijo que la decisión sobre el pago de esos 8.000 millones podría llegar en la 'segunda mitad de octubre', lo que, en la práctica, equivaldrá a que el dinero no llegue hasta noviembre. Así, la reunión del Eurogrupo que, en principio, estaba prevista para el próximo día 13 se ha 'cancelado' porque, según Juncker, para entonces aún 'no estará listo' el informe de la troika de expertos desplazados a Atenas para verificar los ajustes pactados.

Por otra parte, los países del euro aún no han ratificado los acuerdos a los que llegaron hace más de dos meses y que reforzarían el fondo de rescate para ofrecer a Atenas un segundo plan de ayudas. Aunque sólo faltan tres parlamentos nacionales por votar (los de Holanda, Malta y Eslovaquia), la zona del euro trabaja ya en otro refuerzo extra ante la previsión de que no baste para socorrer a los socios en apuros. Sobre este punto, objeto de un largo debate, tampoco hubo grandes avances.

Ante la falta de acuerdos, los 17 socios del euro apostaron por no crear más inestabilidad y respaldaron los esfuerzos de Atenas. 'Estamos felices con las medidas anunciadas por el Gobierno griego, pero es de una importancia enorme que esas medidas se lleven a la práctica', dijo Juncker. Aunque Grecia ha anunciado que incumplirá sus objetivos de déficit para este año y 2012, el comisario Rehn aseguró que Atenas 'está en la buena dirección' para alcanzar la meta de 2012. Por su parte, el ministro belga, Didier Reynders, reconoció que 'los griegos hacen esfuerzos importantes'.

El país 'no es el chivo expiatorio de la zona euro', dice su ministro

El ministro griego, por su parte, no se apartó de su discurso de denuncia de los países más insolidarios de la eurozona. 'Grecia es un país con dificultades estructurales, pero no el chivo expiatorio de la zona del euro. Grecia es un país con orgullo', aseguró, defendiendo un 'ambicioso' presupuesto para 2012.

Los socios del euro discutieron sobre una ampliación adicional del fondo de rescate, que ahora cuenta con 440.000 millones de euros. La petición se hizo ayer claramente. 'Estoy abierto a cualquier sistema que permita que los actuales compromisos sean apalancados para favorecer que haya más capacidad de intervención', aseguró Christian Noyer, gobernador del Banco de Francia. En otras palabras, se mostró a favor de utilizar los 440.000 millones como aval para recibir de los mercados o del BCE varias veces si es necesario. 'Estamos examinando opciones para optimizar el uso del fondo', admitió Rehn. La intención es 'hacerlo más eficaz como cortafuegos financiero para contener el contagio'. 'Considero conveniente que pueda tener más capacidad, pero eso no quiere decir una ampliación cuantitativa', precisó la ministra Elena Salgado. '440.000 millones, bien utilizados, dan para mucho', añadió.

Almunia subraya que en la UE 'no se puede perder más tiempo'

La falta de acuerdos fue criticada ayer por el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia. 'En Europa no se puede perder más tiempo, ya que los problemas se acumulan encima de la mesa, y posponer las decisiones eleva el coste para todos', aseguró en un encuentro con antiguos alumnos universitarios celebrado en Madrid. Según Almunia, responsable del proceso de reestructuración de la banca europea, 'los líderes de la zona euro tienen que adoptar decisiones urgentes' pensando 'en su propio interés' y en la fortaleza de sus economías. Para la Comisión, el riesgo de contagio de la crisis griega es 'proporcional' a la 'lentitud' e 'ineficacia' en la toma de decisiones y a la tendencia 'abusiva' de algunos países miembros a actuar de forma unilateral.

Los ministros de Economía del euro (el Eurogrupo) prevén celebrar una reunión extraordinaria en poco más de una semana. En ella, esperan desbloquear el desembolso de los citados 8.000 millones que eviten la suspensión de pagos de Grecia.

Este domingo, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy tratarán de avanzar en el refuerzo del fondo de rescate, una vez despejada la ratificación de las características acordadas en julio. El objetivo es recuperar la iniciativa en la lucha contra la crisis y evitar que se agrave la distancia entre los países que piden más integración y solidaridad dentro de la zona del euro y los reticentes a comprometer más recursos.

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