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Merkel urge más dinero para los bancos europeos

D. BASTEIRO / P. BLÁZQUEZ

Por la mañana no había oficialmente ningún plan. La Comisión Europea había negado que estuviese trabajando en una gran operación de recapitalización de la banca, porque lo único que buscan los técnicos comunitarios es 'un enfoque europeo', según un portavoz de Bruselas. Sin embargo, las debilidades del sector financiero hace semanas que llaman con fuerza a la puerta de los Gobiernos de la zona del euro, y por la tarde la canciller Angela Merkel decidió ponerles nombre y fecha de caducidad. 'Alemania está preparada para avanzar hacia la recapitalización', aseguró en su primera visita como canciller a la sede de la Comisión Europea. 'Necesitamos criterios, disponemos de poco tiempo y tenemos que tomar una decisión pronto. Si necesitamos discutir esto en la cumbre, estamos dispuestos a hacerlo', anunció en referencia a la reunión de líderes de la Unión Europea prevista para el 17 y 18 de octubre.

De esta manera, Merkel destapó un secreto a voces puesto de manifiesto por la caída de Dexia, la entidad franco-belga que obtuvo un sobresaliente en las pruebas de resistencia a la banca, publicadas en julio. La banca europea necesita mucho más dinero y a los Gobiernos se les acaba el tiempo. Si no se actúa pronto, Dexia podría convertirse en la primera ficha de un dominó parecido al que se desmoronó en el otoño de 2008.

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La gran pregunta es ahora cuánto dinero necesita el sector financiero y quién lo aportará, habida cuenta de las estrecheces presupuestarias de una Europa que apuesta firmemente por la austeridad. Según el FMI, los bancos europeos necesitan unos 200.000 millones de euros más. Se sumarían a los 4,6 billones de euros que la UE ha comprometido desde el inicio de la crisis a través de inyecciones de capital o garantías. El responsable del organismo para Europa, Antonio Borges, aseguró que 'no es ningún secreto' que los Gobiernos y Bruselas 'trabajan en un plan para inyectar más capital público' en los bancos.

¿Quién dispone de fondos multimillonarios como para apuntalar de nuevo a los bancos? Según cada vez más voces políticas, el fondo de rescate del euro, cuyas nuevas características están a punto de entrar en vigor. Una de ellas es la recapitalización de entidades bancarias en apuros gracias a una capacidad de 440.000 millones de euros que además podría ser ampliada.

La canciller alemana marcó algunos límites a este uso. Alemania o cualquier país que vea necesario un refuerzo de la solvencia de sus entidades 'debe permitir que los bancos lo hagan por sí mismos', priorizó Merkel. 'Si los bancos no pueden, entonces el Gobierno tendrá que darles fondos', añadió. Sólo 'si un país no puede hacerlo y la estabilidad del euro está en riesgo', podrían 'usarse las posibilidades del fondo europeo de estabilidad financiera', reconoció. Eso sí, con 'condiciones' y tras una decisión de los 17 países de la moneda única.

Trichet se retira con el mundo pendiente de su decisión sobre los tipos de interés

Merkel discutirá sobre el asunto con Nicolas Sarkozy el próximo domingo. La cumbre francoalemana, que se celebrará en Berlín, está llamada a orientar las decisiones que tomará los días 17 y 18 la cumbre de la UE. En su reunión, ambos líderes analizarán la solvencia de sus bancos, muy cuestionada por una exposición a la deuda griega minusvalorada por los test de estrés.

Dexia es un buen ejemplo. Con un capital de calidad que duplicaba lo exigido por las pruebas, acabó naufragando por la inestabilidad de los mercados de deuda soberana. El gobernador del Banco de Francia negó que el colapso de la entidad ponga en riesgo la solvencia del país y la triple A, la máxima calificación, que le conceden las agencias de calificación (aunque la crisis ha demostrado que el acierto de estas entidades es nulo adelantando problemas) 'Sugerirlo es excesivo y, siendo sinceros, bastante poco preciso. Los países no garantizarán más de lo que garantizaban hace uno años', aseguró Christian Noyer.

Alemania está preparada para recapitalizar la banca, según Merkel

Lo cierto es que todas estas declaraciones sonaron a música celestial en los mercados. La esperanza de que los gobiernos estén, una vez más, dispuestos a hacer lo que haga falta por salvar a la banca con problemas animó a los inversores europeos, que ya tenían el camino positivo sembrado desde la noche anterior.

Las declaraciones, el martes, del presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Benanke, asegurando que está dispuesto a estimular la economía con todas las armas que sean necesarias, volvieron a hacer soñar a los inversores con la posibilidad de una nueva ronda de estímulos.

Con esta doble inyección de optimismo, la Bolsa de Fránc-fort llegó a cerrar con una revalorización que rozó el 5%. Un 4,33% ganó París y casi un 4% subió el principal índice bursátil de Italia el Mib. En España, el avance bursátil fue del 3,06% y el Ibex 35 cerró en 8.477 puntos. Fueron los bancos y las aseguradoras los que protagonizaron las subidas más abultadas, ahora que la, cada día más plausible, quiebra de Grecia sería acolchada por sus propios gobiernos.

Temor a que Dexia pueda hacer caer a los bancos como fichas de dominó

El mercado tiene centrada su atención en la decisión del Banco Central Europeo. La última antes de que termine el mandato de Jean Claude Trichet y en la que el francés se enfrenta a una de las decisiones más complicadas del mismo: bajar los tipos de interés como reclama toda la comunidad económica o mantenerse firme en su observación de la evolución de los precios, lo que implicaría no tocarlos. La decisión también está condicionada por la llegada de su sucesor, el italiano Mario Draghi, cuya imagen se resentiría si su primera decisión fuera bajar tipos.

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