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Roedores al por mayor

Xaraleira es una de las dos únicas empresas que se dedican en España a la venta de roedores a laboratorios, zoos, tiendas de animales y otros centros

MARIOLA MORENO

El proyecto Xaraleira nació en un garaje de As Pontes (A Coruña). Ocho años después, ha crecido hasta diversificarse en tres líneas de negocio relacionadas todas con la comercialización de roedores. 'Empecé con 13 años criando bichos en casa que luego vendía a mis amigos', explica José María Vilaboy, artífice de la singular idea. Rebasada la treintena, decidió dejar la política municipal a la que se dedicaba y se fue al banco a solicitar un crédito con el que dar forma a su negocio.

Los responsables de la entidad financiera se lo negaron. 'Creo que, como no era constructor, me cerraron las puertas, así que fue mi madre la que me tuvo que avalar'. Con mucho entusiasmo y un estudio de mercado de andar por casa (tiró de las Páginas Amarillas para ponerse en contacto con tiendas de animales de Madrid, Barcelona y Valencia), arrancó la 'aventura Xaraleira', una de las dos únicas empre-sas existentes en España dedicada a la venta de roedores, ya sea como mascotas o como alimento vivo o congelado de aves rapaces. Zoos y centros de recuperación de aves, nacionales y foráneos, se han convertido en sus principales clientes. En la actualidad, el negocio de Vilaboy tiene una capacidad para criar más de 15.000 ratones al mes, 'siempre en las condiciones óptimas, evitando la masificación y cuidando la alimentación y la higiene'.

La empresa tiene capacidad para criar 15.000 ratones al mes

La 'competencia desleal' de mayoristas 'procedentes de países del Este' le ha obligado, no obstante, a reinventarse y a poner en marcha una tercera línea de productos. 'Estamos a punto de comenzar a comercializar un kit de ratones, que incluye un cómic explicativo'. 'El producto estará disponible en diciembre y está dirigido a centros educativos e institutos. Buscamos que los estudiantes cuenten con una herramienta que les permita entender y aprender de primera mano las leyes de Mendel sobre genética', explica. 'Es un proyecto que he ideado con mimo y no quiero estro-pearlo. No pretendo ser rico ni ganar mucho dinero, sólo vivir de lo que me gusta. No creo en los pelotazos', dice.

¿Qué les pide a sus trabajadores? 'Les digo que no soy ni policía ni profesor porque ellos no son ni ladrones, ni niños; así que yo, cuanto menos esté en la empresa, mejor. Los que quiero es que se encuentren cómodos y con libertad para tener iniciativas'. En casa también le apoyan (es 'algo fundametal'), aunque su mujer nunca va a recogerle al trabajo: es alérgica.

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