Con la que está cayendo, las cajas de ahorros mantienen el tipo en términos de ganancias. Hasta septiembre, las entidades agrupadas en la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), excluida la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), intervenida por el Banco de España, registraron un beneficio atribuido de 2.320,3 millones de euros, un 8% más.

El aumento se explica, sobre todo, por las menores provisiones antimorosidad (3.932 millones, frente a los más de 6.000 millones de un año antes) y por las menores aportaciones a los socios minoritarios (229,3 millones, un 45,8% menos). El resultado atribuido a la sociedad dominante (antes de esas aportaciones) cayó un 8%, hasta 2.320 millones.

En cuanto al margen de intereses o diferencia entre los intereses obtenidos y los pagados, bajó un 24,7%, hasta 8.405 millones, debido, según la CECA, al fuerte crecimiento de los intereses pagados por los depósitos (30,2%), frente al moderado avance (5,1%) de lo percibido por los créditos. El saldo del crédito bruto a la clientela se contrajo un 3,3%, hasta 884.919 millones. Entre los residentes, se redujo un 4,5% y entre los no residentes, un 3,2%, lo que contrasta con el fuerte aumento (19,4%) del crédito a administraciones públicas.

La captación de depósitos cayó un 5%, hasta 726.209 millones. Especialmente pronunciada fue la caída (41,5%) del importe procedente de las administraciones públicas y el de los clientes extranjeros (33,5%). El importe procedente de los residentes, que supone casi un 94% del total, se contrajo un 2,9%. La CECA difundió los resultados de un estudio que asegura que el sistema actualizado por la autoridad bancaria europea (EBA) para calcular las necesidades de capital del sector 'penaliza claramente a las entidades españolas'.