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España prestó a la banca un tercio menos que la UE

Bruselas prorroga un año su régimen de ayudas por la gravedad de crisis

DANIEL BASTEIRO

España está entre los países de la zona del euro que menos dinero público ha comprometido en el apoyo de su sector financiero. Según los datos publicados ayer por la Comisión Europea, que recogen las operaciones desde el inicio de la crisis hasta el año pasado, las entidades españolas utilizaron menos recursos públicos que las de Alemania, Austria, Reino Unido, Holanda o Dinamarca.

En total, el Gobierno empleó 88.800 millones de euros, una suma equivalente al 8,4% del PIB. En el total se incluyen las recapitalizaciones (10.800 millones a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), los avales para la emisión de deuda de las entidades (55.830 millones), el tratamiento de activos dañados de Cajasur (2.860 millones) o las inyecciones de liquidez (19.310 millones).

El Gobierno ha destinado 88.000 millones al sector, el 8,4% del PIB

Aunque la factura es abultada, se queda lejos de los 252.000 millones empleados por Alemania, que destinó a rescatar a sus entidades más del doble que España en cuanto a porcentaje sobre el PIB.

Además, según recuerdan periódicamente los responsables del Ministerio de Economía, el apoyo a la banca en España se recupera y con intereses. Según datos del Tesoro, entre enero y septiembre del presente ejercicio, el Estado español ingresó 1.270 millones de euros por este concepto.

'La mayoría de los ciudadanos protestan porque ven que los estados son más diligentes a la hora de apoyar al sistema bancario que a la hora de aportar recursos a otro tipo de objetivos', argumentó ayer Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión Europea a cargo de las ayudas de Estado.

Alemania movilizó 252.000 millones, el doble en porcentaje respecto a su PIB

Según él, los ciudadanos 'son perfectamente conscientes de que si la financiación a las familias y empresas no funciona, la economía se bloquea y ellos son los primeros y los que más pierden'.

En su comparecencia, Almunia argumentó estos motivos para prorrogar un año más la imprescindible autorización de Bruselas a este tipo de ayudas.

'El agravamiento de las tensiones en los mercados de deuda soberana ha vuelto a aumentar la presión sobre los bancos de la Unión Europea, lo que justifica la prórroga de las medidas', señaló.

Desde que estalló la crisis en 2008, la banca europea ha utilizado ayudas públicas por valor de 1,6 billones de euros (el equivalente al 13% del PIB de la UE), de las cuales 1,1 billones corresponden a avales y 409.000 millones a medidas de recapitalización y tratamiento de activos tóxicos.

Si un banco quiere acceder a una recapitalización o al saneamiento de sus activos tóxicos, deberá presentar un plan de reestructuración ante la Comisión. En cuanto a los avales, Bruselas ha modificado el método de fijación de precio de los apoyos para que refleje el riesgo de las entidades y no el de la solvencia del Estado.

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