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El BCE presta medio billón a tres años a la banca para que se sanee

Los bancos cogen el dinero al 1% y pueden utilizarlo para comprar deuda pública mucho más cara. Las entidades españolas aprovechan para captar liquidez para los vencimientos que tienen el próximo año

 

A. FLORES / V. ZAFRA

El Banco Central Europeo (BCE) no financia estados, pero se ha convertido en una máquina de salvar bancos. Ayer echó el resto. Un total de 523 entidades acudieron a la subasta extraordinaria de liquidez y se llevaron 489.190 millones de euros. Con esa cantidad se pagaría toda la deuda pública que le vence a Italia y a España en 2012, de la que preocupa especialmente la italiana (más de 325.000 millones). La banca se lleva el dinero a un interés que el BCE ha vuelto a situar en su mínimo histórico, el 1%, y no tendrá que devolverlo hasta dentro de tres años. Países como España han llegado a pagar intereses superio-res al 5% por letras a un año.

Eso es el delicado proyecto de la moneda única. Un doble rasero que obliga a los estados a utilizar el circuito bancario para financiar la deuda pública que les va venciendo además de los gastos que no pueden cubrir con ingresos (déficit). Y mientras el discurso oficial se centra en que la enfermedad está en las cuentas públicas, se gana tiempo para que la banca salga de esta.

El Banco Central se niega a financiar directamente a los estados

Porque la banca, que coge dinero al 1% y compra con él deuda pública a precios disparados, no está sana. Tiene en sus balances grandes bolsas de problemas que van desde las inversiones ligadas a hipotecas subprime de EEUU al agujero inmobiliario de la banca española.

Tan poca confianza se tienen los unos a los otros, que dejaron de prestarse dinero entre sí, bloqueando el circuito del crédito y estrangulando la economía real. A mediados de este año, cuando parecía que el circuito interbancario volvía a funcionar, llegó al Fondo Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde, exministra de Economía de Francia. El tiempo que no había tenido para solucionar los problemas del sistema financiero galo, le faltó para decir públicamente que la banca europea tenía graves problemas en sus balances. La desconfianza generada cerró también la financiación de la banca europea en dólares.

Hace dos semanas, al borde de un colapso financiero que podía haber dejado en broma la quiebra de Lehman Brothers, el BCE decidió inyectar liquidez en vena a la banca. Prestarle dinero hasta emborra-charla, a un tipo de interés mínimo, aceptando casi cualquier activo como garantía y con un plazo de devolución tan cómodo como histórico. La de ayer fue la primera subasta a tres años. La próxima, el 29 de febrero.

Los expertos no prevén que el dinero llegue a la economía real

Aunque no se tienen datos concretos de qué entidades y por qué cantidades acudieron ayer, fuentes del sector financiero dieron por hecho que la banca española aprovechó para captar el dinero que necesita para refinanciar los vencimientos de títulos que tiene en 2012, lo que podría situar lo solicitado en unos 100.000 millones, de los 250.000 millones que podrían llegar a pedir. Fuentes del sector aseguraron que el BCE presionó para que fueran todos para evitar que se estigmatizara a quienes fueran por necesidad perentoria.

Pero no sólo la banca española tiene motivos para acudir a la subasta. Según Javier Flores, responsable del Servicio de Estudios y Análisis de Asinver, 'hay muchas entidades, como la banca alemana, a las que el BCE está permitiendo hacer carry trade'. Conseguir dinero en la barra libre de la autoridad monetaria es tan barato que es muy tentador coger el dinero e invertirlo en las subastas de deuda pública, llevándose el diferencial como ganancia. Es su peculiar forma de permitir que los estados se financien. La propia banca vende deuda antigua, con menor rentabilidad, en el mercado secundario, provocando que suba el interés exigido en las subastas.

El BCE presionó a todos los bancos para que fueran a la subasta

Según apuntó ayer el catedrático de Finanzas de la Universidad de Columbia Tano Santos, en un encuentro con la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), mientras la banca no sanee sus balances, esas duchas de liquidez del BCE no llegarán a la economía real. No servirán para que el crédito fluya hacia familias y empresas.

José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, consideró 'una excelente noticia' la subasta de ayer y 'una buena medida', aunque añadió que 'no es suficiente'. Lo principal es que 'elimina el riesgo de que haya un evento sistémico en la banca el próximo año'. En su opinión, con el cambio de activos que el BCE admite como garantía a los bancos para prestarles dinero 'se carga de facto el papel de las agencias de rating'. Por su parte, Federico Prades, asesor económico de la patronal bancaria, la AEB, aplaudió también la medida del BCE y confió en que 'caiga alguna gota de esa liquidez' indirectamente para el mercado inmobiliario, señaló en unas jornadas del sector, informa Susana R. Arenes.

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