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Grecia intenta pactar in extremis los recortes para el nuevo rescate

Papadimos anuncia otro tijeretazo al gasto público equivalente al 1,5% del PIB y vuelve a reunirse hoy, fuera de plazo, con los tres partidos de la coalición para intentar cerrar un acuerdo. Este mediodía, nueva fecha lím

AGENCIAS

Sigue el culebrón griego, que tiene en vilo al euro desde hace casi dos años. El primer ministro heleno, Lukas Papadimos, anunció ayer un 'acuerdo sobre cuestiones fundamentales' con los líderes de los tres grupos políticos que le apoyan para llevar a cabo los nuevos (y draconianos) recortes que exige la troika formada por la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) como condición para aportar más dinero.

Tras reunirse durante más de cinco horas con su antecesor, Yorgos Papandreu, del socialdemócrata Pasok; Antonis Samarás, del conservador Nueva Democracia; y Yorgos Karatzaferis, del ultranacionalista LAOS, Papadimos aseguró en una nota que el principio de acuerdo incluye un nuevo recorte del gasto público equivalente al 1,5% del PIB, así como medidas (sin especificar) para asegurar la recapitalización bancaria, lograr la sostenibilidad del sistema de pensiones y permitir la bajada de salarios en el sector privado como fórmula para ganar competitividad.

Eso es lo que dijo Papadimos, que, no obstante, admitió que hoy (fuera del plazo que había fijado la troika, que acababa ayer) volverá a reunirse con los líderes para intentar 'concluir las conversaciones' y 'evitar la quiebra' del país, que depende del nuevo rescate, por importe de entre 130.000 y 145.000 millones de euros. Según la televisión griega, la nueva fecha límite es el mediodía de hoy.

Esa es la versión del exbanquero, un tecnócrata que en noviembre pasado sucedió al dimitido Papandreu y que, a su vez, ha amenazado con dejar el cargo si no hay acuerdo en las negociaciones. No obstante, los interlocutores de Papadimos no hablaron, ni mucho menos, de pacto. Samarás dijo que los nuevos recortes que se exigen a Grecia supondrán 'más recesión' ('Yo lucho contra ello', aseguró), mientras que el ultraderechista Karatzaferis dijo que se les pide ahondar en la 'miseria' y se negó a contribuir 'a que estalle una revolución que haría arder Europa'.

La exigencia más polémica es la de bajar el salario mínimo (actualmente en 751 euros mensuales) y eliminar las pagas extra en el sector privado, ampliando una medida aplicada ya a los funcionarios, para intentar ganar competitividad. Se trataría de lograr una devaluación interna (como no se puede devaluar la moneda, se bajan salarios) como la que algunos expertos reclaman para España.

Según la revista alemana Der Spiegel, la troika pretende que Atenas reduzca los costes laborales entre un 15% y un 20 %. El Gobierno heleno intenta que la UE y el FMI acepten otras alternativas, como bajar un 10% las cotizaciones sociales que pagan las empresas bajo ciertas condiciones, como dar de alta a todos sus empleados, mantener al día sus obligaciones de pago y hacer los ingresos por transferencia bancaria. 'La negociación es difícil a pesar del progreso hecho, de los sacrificios del pueblo griego y de los avances registrados en las reformas', reconoció Papadimos, que añadió que 'hay muchas cosas por hacer para mejorar la competitividad' de Grecia.

La falta de acuerdo, que augura una apertura conflictiva hoy en los mercados, pone a Grecia a un paso de una quiebra desordenada de consecuencias imprevisibles para toda la zona del euro. Sin el crédito, pactado desde octubre pero aún sin desembolsar, Grecia, que debe devolver unos 50.000 millones en vencimientos de deuda (de ellos, 14.400 millones el próximo 20 de marzo), entrará en bancarrota.

Paralelamente, el Gobierno griego ha negociado con la banca privada una quita de 100.000 millones de su deuda (que se eleva a unos 360.000 millones) en un acuerdo que las fuentes gubernamentales consultadas por Efe dan por 'prácticamente cerrado'.

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