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Reflejos de FAES en la política energética de Soria

Industria asume propuestas del 'think tank' y ficha para su equipo a varios afines a la fundación de Aznar

A. M. VÉLEZ

A la espera de conocer sus nuevas medidas para intentar atajar el déficit de tarifa, el mayor problema del sector eléctrico, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha asumido algunas de las propuestas de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), el think tank neoliberal que preside José María Aznar, para su política energética. La principal, la moratoria indefinida al pago de primas para nuevas plantas de energía renovable que el Congreso ha convalidado esta semana.

El parón renovable, que, según sus críticos, supone una concesión a los intereses de las grandes eléctricas, persigue contener el galopante crecimiento de la deuda que, por ley, los consumidores tienen contraída con las empresas porque los costes regulados que ha fijado el Gobierno en los últimos años (entre los que están las primas a las renovables) no bastan. El parón perjudica, sobre todo, a la energía fotovoltaica y, en menor medida, a la eólica y la termosolar, que, al menos, podrán instalar la potencia que ya tenían autorizada.

Ha colocado a un miembro del lobby al frente del IDAE, que promueve las renovables

La idea de una moratoria figuraba en Propuestas para una estrategia energética nacional, un informe de FAES publicado en marzo del año pasado que planteaba 'una suspensión temporal en la instalación de nuevas plantas de producción eléctrica que requieran de apoyos fuera de mercado'. Justo lo que ha hecho Soria, que cree que el déficit acumulado, cifrado en más de 24.000 millones de euros, puede derivar en un 'problema financiero', por los problemas para titulizar esa deuda (convertirla en títulos negociables para que las eléctricas la cobren). El ministro incluso ha llegado a equipararlo con el déficit público, aunque no son lo mismo.

Que un Gobierno del PP copie ideas a su think tank tiene toda la lógica, aunque en su debut en la Comisión de Industria del Congreso, hace dos semanas, Soria dijo que ni siquiera se ha leído el documento de FAES y que 'ni una sola' de sus decisiones 'ha tenido como fundamento el informe'. No obstante, la sombra de FAES planea sobre algunos de los principales colaboradores del ministro en materia energética.

El caso más llamativo, por su orientación ideológica y por el puesto para el que ha sido designado, es el del nuevo director general del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE, principal organismo de promoción de las renovables), Fidel Pérez Montes. Excolaborador de la fallecida Loyola de Palacio (pronuclear convencida) y miembro del grupo de Energía de FAES, Pérez Montes fue uno de los autores del informe del laboratorio de ideas que preside Aznar, cuya propuesta estrella fue la de abordar un 'renacer nuclear' para España. El documento se publicó en pleno fervor pronuclear del PP, aunque ese entusiasmo se desvaneció poco después, tras la catástrofe de Fukushima (Japón).

La moratoria a las primas verdes' fue propuesta por FAES hace menos de un año

En la estrategia energética de FAES también colaboró Fernando Martí, actual secretario de Estado de Energía y exvicepresidente de la Comisión Nacional de la Energía (CNE). Hombre 'muy conservador', según quienes le conocen (es muy cercano al Opus Dei), Martí se opuso a la tesis, defendida en un informe del regulador publicado en 2008, de que las eléctricas tienen 'beneficios caídos del cielo' gracias a que muchas de sus centrales nucleares e hidroeléctricas están ya amortizadas. Una idea que horroriza a las eléctricas (que se temen la imposición de algún tipo de impuesto o merma en sus ingresos) y que el informe de FAES ni trataba, aunque Soria ha dado a entender que la comparte. No obstante, no ha tomado de momento ninguna medida en ese sentido.

El ministro, al que no le molesta que le recuerden su enorme parecido físico con Aznar (uno de sus referentes políticos), se ha apartado de las directrices de FAES en algunas propuestas, como la de eliminar el bono social (un descuento en el recibo de la luz para rentas bajas), que ha dicho que mantendrá, y el apoyo al carbón nacional. Según FAES, ese incentivo, herencia del anterior Gobierno (Zapatero lo anunció en su última visita a la fiesta minera de Rodiezmo, León, en 2009), se debe a 'presiones corporativistas y sindicales' y 'distorsiona el mercado y la libertad de empresa'. Sin embargo, Soria quiere salvar 'a toda costa' las centrales eléctricas que queman carbón nacional, según dijo el mismo día en que Asturias (una de las principales regiones mineras) anunció la convocatoria de elecciones anticipadas.

El ministro, que ha situado al frente de la Dirección General de Energía a un técnico (Jaime Suárez, que ya ocupaba ese puesto de forma interina con Miguel Sebastián), ha apostado por buscar crudo en aguas canarias, una idea que irrita a Marruecos y que ya defendía antes de llegar a su actual cargo. En su tierra natal, sostuvo Soria, hay 'mucho petróleo y del bueno', por lo que no se opondrá a esas exploraciones y, una vez analizadas, decidirá si se hace la explotación. Una propuesta que también defendió FAES. El informe de la fundación no citaba la costa de Valencia, que también podría albergar yacimientos, pero que Soria no parece tan proclive a explotar (la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se opone).

Soria no ha seguido las líneas de la fundación del PP en lo referido a carbón y bono social

Mucho más esperable, porque ya lo había adelantado Rajoy mucho antes de ser presidente, es la revocación de la decisión del Gobierno anterior de cerrar la central nuclear de Garoña (considerada 'injustificada' por FAES en su informe) y que fue una de las primeras decisiones del ministro, junto con la ubicación del almacén de residuos nucleares (conocido como ATC) en Villacañas (Cuenca).

El informe de FAES se publicó dos meses después del fichaje de Aznar como asesor para asuntos internacionales de Endesa, empresa de la que fue consejero de Luis de Guindos hasta su nombramiento como ministro de Economía y cuyo director de Energía Nuclear es Alfonso Arias Cañete, hermano del ministro de Agricultura. El estudio, presentado por el propio Aznar y por Manuel Pizarro (expresidente de Endesa y exdiputado del PP), fue dirigido por Pedro Mielgo, que durante su época como presidente de Red Eléctrica, en la época de Aznar, fue muy escéptico con las renovables. Además de Pérez Montes y Martí, colaboraron expertos ligados a Iberdrola, Gas Natural, Repsol y Endesa, entre otros grandes grupos energéticos.

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