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Bruselas exige a Rajoy un gran recorte antes de hablar del déficit

Abre la puerta a flexibilizar el tope de este año, pero sólo tras conocer los Presupuestos. El BCE rechaza cualquier cambio

 

D. BASTEIRO / D. PINO

El Gobierno esperaba que el día de ayer confirmase la vuelta a la recesión de la economía española, pero también un alivio en sus políticas de austeridad en forma de flexibilidad para cumplir con los plazos de déficit. Lo primero ocurrió y las previsiones económicas de la Comisión Europea (CE) pronosticaron una contracción de la economía de un 1% para este año, la cuarta peor recesión de la eurozona, tras la de Grecia, Portugal e Italia. Sin embargo, la manga ancha sobre el cumplimiento del déficit que perseguía el Gobierno tendrá que esperar hasta que el Ministerio de Hacienda redacte los Presupuestos de 2012. El comisario comunitario de Economía, Olli Rehn, reforzó su exigencia al Ejecutivo de Mariano Rajoy para que presente las cuentas públicas para 2012. Quiere que disipe cualquier tipo de duda sobre la cifra final de déficit de 2011 y que concrete el de las comunidades autónomas.

'Sólo podemos volver a esta cuestión [la revisión de los objetivos de déficit] una vez que tengamos una información completa sobre estos temas referidos a 2011 y 2012', advirtió. Entonces 'se adoptarán decisiones', prometió.

España se ha comprometido, a través del Gobierno anterior y del actual, a cumplir con los objetivos de reducción de déficit exigidos por la Unión Europea. El de este año está en el 4,4% del PIB, pero el déficit de 2011 fue de aproximadamente el 8,2%, según el Gobier-no, lejos del 6% prometido.

La advertencia de Rehn cambia los planes y el calendario del Ejecutivo. No habrá relajación en los plazos de déficit antes de los Presupuestos, sino que el Ministerio de Hacienda tendrá que diseñar un durísimo ajuste que podría alcanzar unos 25.000 millones de euros más para llegar al 4,4% este año. La cifra es superior en 10.000 millones a los recortes anunciados por Rajoy.

Según Bruselas, este gran tijeretazo presupuestario alimentará un círculo vicioso cuyos efectos podrían ayudar a paliar una flexibilización de las metas de austeridad. Estas previsiones no contemplan el efecto de las medidas de ajuste que el Gobierno prevé incluir en los Presupuestos. 'Teniéndolas en cuenta, el panorama puede cambiar significativamente', reconoce el informe.

La Comisión ha sido en su previsión del PIB español más suave que el Fondo Monetario Internacional (FMI), que pronostica un 1,7% de caída, y que el Banco de España (-1,5%). Y, de momento, no tiene la menor intención de comenzar el 'proceso coordinado' de revisión de los objetivos de déficit que debía comenzar ayer, tal y como había avanzado en las últimas semanas el ministro de Economía, Luis de Guindos. Rehn usó, para demostrarlo, las propias palabras de Guindos, que respaldó este mismo martes que los países 'sujetos a una estrecha vigilancia por parte de los mercados deben continuar cumpliendo los objetivos presupuestarios acordados y estar preparados para adoptar medidas de consolidación adicionales si es necesario'. Fue una de las conclusiones del último Consejo de Ministros de Economía de la UE, respaldadas 'por los 27 Estados miembros, incluyendo España', recordó. 'Confío en que España practique lo que ha predicado', advirtió.

Según el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, a España le conviene que el Gobierno así lo haga. 'Dar marcha atrás en los objetivos fiscales provocaría una reacción inmediata por parte del mercado. Los diferenciales de la deuda y el coste del crédito subirían. Ya hemos vivido todo esto', dijo Draghi en una entre-vista con The Wall Street Journal. El exbanquero lanzó así la advertencia a España de que, en ese caso, le costaría más caro financiarse en los mercados.

La CE también exigió al Gobierno que aclare el déficit de 2011, puesto en duda por algunas informaciones que apuntaron a que Rajoy podría haber inflado la cifra (del 8,2%) para presentar datos mejores este año. 'Espero que las autoridades españolas compartan toda la información relevante sobre el resultado del Presupuesto del año pasado y los motivos del desvío fiscal', dijo. Bruselas quiere saber si se debe a motivos 'permanentes o puntuales' y 'hasta qué punto viene del Gobierno central o de los gobiernos regionales'.

Rehn insta al Ejecutivo a disipar las dudas sobre el déficit en las CCAA

Desde Roma, donde viajó en visita oficial, Mariano Rajoy confirmó ayer que no piensa presentar los Presupuestos Generales del Estado hasta el 30 de marzo, es decir, cinco días después de las elecciones auto-nómicas en Andalucía y Asturias. Tras el encuentro que mantuvo con el primer ministro italiano, Mario Monti, Rajoy aseguró que el objetivo del Gobierno es 'cumplir los compromisos' adquiridos con Bruselas, compromisos que, aunque él asegura que 'nadie nos lo impone', obligan a rebajar el déficit público español hasta el 4,4% en 2012 y el 3% en 2013. El tijeretazo está asegurado, incluso si finalmente España se decidiera a solicitar a la UE que retoque su objetivo hasta el 5%, como se ha especulado. Ayer, el presidente ni confirmó ni desmintió que lo vaya a hacer: 'Hablaremos con la Comisión Europea [CE], pero España cumplirá'.

Para ello, en palabras de Rajoy, 'sólo hay dos opciones: aumentar ingresos y reducir gastos'. La traducción para el bolsillo de los ciudadanos significará más impuestos y más recortes. Por lo tanto, más medidas restrictivas para la economía que podrán agravar la recesión. 'Menos las pensiones, el resto de las partidas se pueden tocar', dijo el presidente del Gobierno, que definió sus Presupuestos como 'austeros', 'realistas' y 'sensatos'.

El Ejecutivo tendrá en cuenta también el dato de la CE, el adelantado por el Banco de España (-1,5%) y el del Fondo Monetario Internacional (-1,7%) al presentar el cuadro macroeconómico del primer trimestre a principios de marzo, aunque Rajoy dejó claro que los cálculos no tomarán como referencia 'la más optimista de las tres' previsiones. Anunció, además, que hoy el Consejo de Ministros aprobará el proyecto de ley de Estabilidad Presupuestaria que obligará a las administraciones a cumplir con el déficit cero en 2020. El FMI calificó ayer como 'pasos positivos' las reformas del Gobierno y dijo que la laboral, que ha desencadenado una gran protesta social, va 'en la buena dirección'.

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