Los secretarios generales de CCOO y UGT de Madrid, Javier López y José Ricardo Martínez, se mostraron este miércoles en el Fórum Europa confiados en el respaldo de los trabajadores a la huelga general convocada el 29 de marzo, y prevén 'manifestaciones impresionantes' en las calles.

En el acto, organizado por Nueva Economía Fórum, López aseguró que 'creemos que va a ser muy importante' la huelga general, y que 'va a haber unas manifestaciones impresionantes en las calles'.

Para el responsable de CCOO de Madrid, la convocatoria del 29 de marzo 'no es un fin en sí misma, ni el final de nada; es un largo camino' en la defensa de los derechos básicos.

Mientras, el secretario general de UGT de Madrid aseguró que 'la huelga general la ha convocado Mariano Rajoy', y que 'lo único que hemos hecho ?los sindicatos- ha sido poner fecha y hacerla oficial'.

El Gobierno 'ha puesto fin a un modelo de interacción basada en el equilibrio y diálogo', es una reforma 'inútil, ineficaz e injusta', además de tener 'evidentes visos de inconstitucional'. 'Lo que resume el contenido de esta contrarreforma laboral son sus objetivos: facilita y liberaliza el despido, lo universaliza, lo abarata, lo descontrola y le da rapidez', indicó.

La desconvocatoria de la huelga, señaló López, pasa por abrir una mesa de negociación entre Gobierno, empresarios y sindicatos, y 'dejar entre paréntesis el trámite parlamentario de una reforma laboral que no ha sido pactada'.

En este sentido, Martínez destacó la importancia de un marco de negociación para que no se produjeran 630.000 despidos este año, como prevé el Gobierno, y consideró fundamental que el Ejecutivo y los agentes sociales asuman 'algunos compromisos, cada uno desde su parcela'.

'La arquitectura del diálogo social se encuentra amenazada'López alertó de que 'en estos momentos, con las disculpas de la crisis, la arquitectura del diálogo social se encuentra amenazada', y añadió que 'la decisión sin negociación parece abrirse camino'. Los responsables sindicales quisieron dejar claro también que 'la mano seguirá tendida, antes, durante y después de la huelga', ya que no pueden hacerse las medidas a través de 'decretazos'.

Por otra parte, las organizaciones sindicales lamentaron los ataques a los parados. 'Es inmoral la criminalización de los desempleados', y señalaron que la reforma es un 'ataque sin precedentes al Estado del Bienestar y a los servicios públicos, que puede poner en riesgo el modelo de convivencia y asesta un durísimo golpe a los pilares del Estado social'.

La labor del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, también estuvo presente en el encuentro, y el secretario general de UGT de Madrid aprovechó para criticar su actuación, su obsesión con una reforma laboral profunda, y consideró que debía haber dimitido hace tiempo.

Fernández Ordóñez 'está haciendo un flaco favor a este país' con su 'política itinerante', subrayó, para añadir que 'ha pensado más en el beneficio de unos pocos que de la necesidad de unos muchos'.