El Tesoro Público colocó este viernes 2.525 millones de euros en letras a tres y seis meses, el importe máximo previsto para la emisión. Lo hizo a un precio asequible, aunque superior al de la última emisión a corto plazo: el interés subió apenas una décima.

En total, el Tesoro colocó 1.505,40 millones de euros en letras a tres meses con una rentabilidad del 0,879%, por encima del 0,72% precedente, y 1.026,58 millones de euros a seis meses por las que ha pagado un 1,793%, desde el 1,628% anterior.

La demanda de las entidades superó los 10.300 millones de euros, con lo que el ratio de cobertura, o proporción entre la demanda y el importe finalmente adjudicado, fue muy elevado, de más de cuatro veces.

Fuentes del Ministerio de Economía han señalado que este ratio de cobertura indica que 'los títulos de deuda española continúan siendo muy atractivos para los inversores'

Pese al corto plazo de la emisión, tres y seis meses, se trataba de la primera subasta después de que el Gobierno elevara al 8,9 % la previsión de déficit para este año, y su resultado, tal y como explicaba el equipo de estrategia de Self Bank, nos permite hacernos una idea sobre si ha afectado a la confianza de los inversores en nuestra deuda.

Precisamente porque se trata de un papel a muy corto plazo, explica el estratega de Citi para España José Luis Martínez Campuzano, dentro de la curva de tipos la emisión de hoy representa 'un refugio' frente a las tensiones de la prima de riesgo.

La subasta llegaba tras varios días en los que el mercado secundario de deuda acusaba las dudas sobre la permanencia de Grecia en la zona del euro y las primas de riesgo de los países periféricos subieran a máximos desde la creación de la moneda única. La de España superaba la semana pasada los 500 puntos básicos, frente a los 465 que mantenía hoy.

Desde el Ministerio de Economía recuerdan además que el Tesoro tiene cubiertas cerca del 55 % de sus necesidades de financiación bruta para el ejercicio en títulos a medio y largo plazo (85.900 millones), por lo que mantiene una estrategia prudente en cuanto al importe adjudicado.

Entre los factores que han permitido a España financiarse sin agobios destacan las expectativas que ha abierto la cumbre europea sobre crecimiento que comienza mañana, así como el respaldo del presidente estadounidense a la gestión del Gobierno español.

Barack Obama pedía ayer en Chicago una política monetaria que respalde las 'duras' políticas que están poniendo en marcha países como España e Italia.

En opinión de Javier Ferrer, jefe de la mesa de deuda de Ahorro Corporación, las palabras de Obama han sido recibidas como las de un auténtico 'Mesías'. El mercado, explica, ha recibido muy bien la llamada de Obama a una solución de la crisis de la deuda soberana de la zona del euro. No obstante, Ferrer reconoce que no sabe cuánto durará el efecto de sus palabras, 'cerca de lograr milagros, aunque todos esperamos que el BCE se decida a poner las cosas en su sitio'.