Esther Koplowitz, accionista de control de FCC, sopesa asumir la presidencia no ejecutiva del grupo de construcción, servicios y energía, según informaron fuentes del sector.

La empresaria es ahora vicepresidenta primera de la compañía, cargo que ostenta desde octubre de 2008. La segunda vicepresidencia está ocupada por la mayor de sus tres hijas, Esther Alcocer Koplowitz, quien, según las mismas fuentes, actualmente constituiría otra opción para la Presidencia no ejecutiva del grupo.

El eventual nombramiento de la empresaria como presidenta se enmarca en la remodelación de su cúpula que FCC aprobará en una próxima reunión de su consejo de administración, aún por convocar.

En cuanto al puesto de primer ejecutivo de la compañía, lo ocupará Juan Béjar en calidad de consejero delegado, en sustitución de Baldomero Falcones, actual presidente y consejero delegado de la empresa.

Esther Koplowitz es la accionista de control de FCC, dado que ostenta alrededor del 48% del grupo de construcción y servicios a través de la sociedad B-1998. En concreto, la empresaria tiene el 89,6% de esta firma instrumental, que a su vez es titular el 53,8% del capital social de FCC.

Su hija Esther Alcocer Koplowitz es licenciada en Derecho, cuenta con formación en postgrado en Contabilidad y Administración de Empresas y ha cursado el programa de Alta Dirección de Empresas del IESE. Además de la segunda vicepresidencia de FCC, forma parte de su consejo, de su comisión ejecutiva y de su comisión de estrategia. También se sienta en los máximos órganos de gestión de las filiales Cementos Portland, Realia, Globalvía, FCC Construcción, WRG y Alpine.

El relevo en la Presidencia de FCC se registrará en tanto la compañía tiene pendiente el diseño de su estrategia de negocio para los próximos años y afronta en 2013 la refinanciación de unos 1.540 millones de euros de deuda.

Asimismo, FCC trabaja actualmente en la reestructuración de su filial de construcción europea Alpine y en el cierre de la venta de parte de su filial de energías renovables a la firma japonesa Mitsui.

La empresa releva a su más alta dirección tras el fuerte proceso de internacionalización que ha desarrollado en los últimos años, en los que ha logrado destacados proyectos en el exterior y gracias al cual actualmente ya obtiene más de la mitad (el 57%) de sus ingresos fuera del mercado doméstico.