La reforma laboral del Gobierno no ha traído más estabilidad a los trabajadores: al contrario, la precariedad en el empleo aumenta. El porcentaje que los contratos indefinidos representan sobre el total de la contratación realizada no para de caer y en julio ha sumado cuatro meses a la baja.

Según el paro registrado de julio, en ese mes se hicieron un total de 1.507.341 contratos, el 18 % más respecto a junio, pero el 1,27% menos en tasa interanual. De esos 1,5 millones de contratos, 1.411.003 fueron temporales, el 18,58% más que un mes antes y el 8,85 % de incremento en tasa interanual. El resto, 96.338, fueron indefinidos, lo que supone el 10,2% más que en junio, pero el 58,20% menos en tasa interanual.

Esos 96.338 contratos indefinidos suponen el 6,39% del total de la contratación de julio, mientras que los 1.411.003 temporales suponen el 93,61%. En enero de este año el peso de los indefinidos era del 9,13% (100.609), en febrero del 9,64% (91.584) y en marzo del 10,11% (98.068).

Desde marzo el porcentaje de los indefinidos no ha parado de bajar. En abril ascendieron a 98.349 (el 8,53 % del total), en mayo a 95.856 (el 7,47 %), en junio a 87.349 (el 6,84%) y en julio a 96.338 (el 6,39%).

En paralelo se ha ido desarrollando la evolución de los contratos temporales. El primer mes del año había 1.001.210 (el 90,87% del total), en febrero 858.260 (90,36%), en marzo 871.559 (89,89%). En abril volvieron a ganar peso, 1.054.791 (91,47%); en mayo 1.187.405 (92,53%); en junio 1.189.906 (el 93,16%); y en julio 1.411.003 (el 93,61%).