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Cemex plantea una rebaja salarial del 25% en sus seis fábricas de cemento en España

La medida se incluye en el plan de ajuste de la compañía mexicana, que ha incluido un dos ERE para 400 empleados. Los trabajadores tienen hasta el viernes para aceptar la propuesta

EUROPA PRESS

Cemex ha planteado en las seis fábricas de cemento que actualmente tiene operativas en España, que suman una plantilla de unos 800 trabajadores, una reducción salarial del 25% como medida necesaria poder mantener operativas las instalaciones, según informaron en fuentes de las federaciones sectoriales de CCOO (Fecoma) y UGT (MCA-UGT).

Cuatro de las seis plantas de la multinacional mexicana ya han aceptado las medidas de ajuste y recorte; son las de Buñol (Valencia), Alcanar (Tarragona), Morata de Jalón (Zaragoza) y Castillejo (Toledo). Otras dos, las ubicadas en Alicante y Lloseta (Mallorca), mantienen su rechazo a las medidas.

En caso de que los trabajadores de estas dos factorías, que suman unos 240 empleados, mantengan su negativa a aceptar las rebajas, Cemex convertirá las fábricas en puntos de venta, con el consiguiente eventual recorte de personal. La dirección en España de la multinacional mexicana ha fijado este viernes, 22 de noviembre, como fecha para cerrar este plan de ajuste.

El plan de ajuste se enmarca en el plan estratégico, el denominado Plan Horizonte, que la compañía mexicana lleva a cabo en España para adecuar su estructura al desplome de la demanda de cemento. Dentro de este plan, la multinacional ya ha ejecutado dos expedientes de regulación de empleo (ERE) en el último año y medio para un total de unos 400 empleados.

En este caso, las nuevas medidas de ajuste propuestas por Cemex buscan adaptar los costes laborales de sus fábricas a los de producción, ante el encarecimiento de la energía que ha supuesto para el sector la reforma eléctrica aprobada por el Gobierno y la necesidad de la empresa de mejorar su competitividad para destinar su producción a la exportación. El plan de medidas de ajuste planteado contempla la reducción del 25% en el salario de los actuales empleados, y del 50% en la retribución de eventuales nuevas incorporaciones, además de la supervisión de todos los beneficios sociales de que disponían los trabajadores (ayudas a la vivienda, becas y otros tipo de bonificaciones).

Los ERE y ajustes que la mexicana implementa en el mercado español se suman a los que están también aplicando otras empresas del sector, como Cementos Portland y Holcim. Con ello buscan adecuarse al desplome que registra el sector por el parón de la obra pública y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. El consumo de cemento prevé concluir 2013 con un nuevo descenso, con lo que encadenará así seis ejercicios consecutivos de caídas, después de que cerrar 2012 en mínimos históricos.

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