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El Frob pondrá dinero público para vender la cartera de hipotecas de Catalunya Banc

El Gobierno, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), contempla la posibilidad de ofrecer nuevas 'garantías' (ayudas públicas) en la venta de la cartera hipotecaria de Catalunya Banc valorada en unos 7.000 millones de euros brutos, según han informado fuentes financieras. Las fuentes han precisado que el proceso se encuentra en una fase inicial y que aún esta por definir el perímetro de la cartera, que no llegaría a ser fallida (créditos impagados), sino que aglutinaría préstamos en riesgo de mora.

Algunos medios apuntan que el Frob está dispuesto a cubrir con 1.500 millones de euros la venta de la cartera de hipotecas de Catalunya Banc. El mecanismo se articularía a través de un aval como paso previo al inicio de la subasta de la antigua caja catalana, y este aval facilitaría al comprador de la cartera un colchón en caso de que produzca más impagos de hipotecas de los previstos.

El organismo encArgado del saneamiento financiero, dependiente del Banco de España y del Ministerio de Economía, espera iniciar en los 'próximos días' el data room'para vender dicha cartera, una fase en la que los fondos interesados deberán remitir su oferta para adquirir la cartera y además la pérdida esperada ante el riesgo de impago. A partir de ahí, el Frob decidirá cuál es el mecanismo 'más adecuado' para ofrecer esta nueva garantía a la entidad. Hasta la fecha, Catalunya Banc ha recibido alrededor de 12.000 millones para su saneamiento.

El Frob ya ha suspendido en dos ocasiones la subasta de Catalunya Banc ante la falta de ofertas competitivas, y el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha insistido en que la antigua caja catalana no será malvendida. Así, tras fracasar en dos ocasiones en su intento de volver a privatizar una entidad, el Gobierno está rediseñando su estrategia de venta. Con la segregación de la abultada cartera hipotecaria de la antigua caja catalana la venta sería más sencilla y quizás más rentable de la entidad, después de deshacerse también de su plataforma del servicio inmobiliario, las oficinas fuera de Cataluña y su cartera de créditos fallidos.

La entidad, que como otras nacionalizadas traspasó la inmensa mayoría de sus activos inmobiliarios de riesgo al banco malo, cerró 2013 con un beneficio de 532 millones de euros tras haber perdido 11.855 millones de euros en 2012. El Gobierno pretende tener cerrada la colocación a lo largo del año después de que la entidad presuma de tener una posición de liquidez de 15.005 millones de euros para cubrir un 160% sus vencimientos futuros. Los activos del grupo ascendían a 63.062 millones de euros al cierre de 2013.

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