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El Estado dejará de ingresar 7.000 millones con la reforma fiscal y los ricos pagarán menos

PÚBLICO / AGENCIAS

No ha gustado demasiado a los sindicatos la reforma fiscal que este viernes presentará el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en el Consejo de Ministros. Según han informado a la salida de la reunión que han mantenido con él este martes, el Gobierno bajará los tipos de todos los tramos del IRPF, incluidas las rentas más altas y también las del capital. Una reforma que reducirá los ingresos del Estado en 7.000 millones de euros como mínimo, según ha informado Comisiones Obreras (CCOO) en nota de prensa.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, y el secretario de Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, han advertido de la reforma fía demasiado su éxito a que el tirón del sector privado impulse la aún tímida recuperación económica, en la que ellos no tienen tanta confianza, y aprecian tintes electoralistas en esta bajada general de impuestos.

'El Gobierno inscribe esta reforma fiscal dentro de un escenario de intensificación del proceso de recuperación económica sobre el que nosotros tenemos serias dudas', dijo Méndez, que ha explicado que el Gobierno también reducirá las retenciones a los profesionales autónomos y que ambas bajadas se harán en dos fases: 'En el año electoral uno y en el año electoral dos'.

Antes de que la reforma llegue al Consejo de Ministros, en las últimas semanas han ido trascendiendo sus principales líneas maestras , que pasan por una rebaja de las principales figuras tributarias para estimular la economía con ahorros para los contribuyentes de unos 5.000 millones de euros en dos años.

Los sindicatos consideraron gran parte de las medidas, que Montoro les esbozó 'verbalmente' y sin muchos detalles, entrarán en vigor en 2015, año en el que se celebran elecciones autonómicas y generales.

En el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), donde el Gobierno quiere reducir todos los tramos, subir los mínimos exentos y mejorar las deducciones para las familias, los sindicatos lamentaron que no fuera a gravarse más a las rentas del capital y las del trabajo siguieran asumiendo las mayores cargas.

Para los trabajadores autónomos, el Ejecutivo reducirá su retención del 21% al 19%, y fijará un gravamen aún más bajo para los que tengan una menor renta, además de limitar el llamado sistema de módulos para aquellos que traten directamente con el consumidor final, como comercio, hostelería y taxis.

Baja del 30% al 25%, 'lo que beneficia a las grandes empresas'

Por otro lado, Montoro les ha trasladado su intención de bajar el Impuesto de Sociedades del 30% al 25%, lo que, según ellos, beneficiará sobre todo a las grandes empresas. También les ha dicho que eliminará muchas deducciones del tributo, aunque no les ha concretado cuáles. Bravo asegura que el Gobierno pretende así 'inyectar dinero en la economía de una manera regresiva' sin cambiar la estructura tributaria.

En cuanto al impuesto sobre el valor añadido (IVA), aseguran que Montoro no tiene pensado tocarlo, salvo para ajustar el sanitario a las exigencias de Bruselas. En este sentido, Méndez se ha decantado por una subida del IVA en los productos de lujo y una bajada en el impuesto para los productos de primera necesidad.

Méndez propone más IVA a productos de lujo y menos a los básicos

Méndez, que dijo que su impresión era que el Ejecutivo tampoco iba a 'mover' impuestos especiales como los que pesan sobre el alcohol y el tabaco, señaló que el Gobierno debía ser 'mucho más incisivo' en la lucha contra el fraude fiscal y aumentar la dotación de trabajadores de la Agencia Tributaria.

De la misma forma, ha resaltado la necesidad de potenciar el crecimiento desde el consumo a través de la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores. Según Méndez, los salarios deben tener más protagonismo en la recuperación, aunque precisamente este martes, el INE confirma que han bajado un  0,2%.

Bravo, por su parte, ha resaltado la importancia de que el Gobierno realice una verdadera reforma estructural y no un cambio para la coyuntura y para el periodo electoral que se avecina.

CCOO ha advertido de que esos 7.000 millones menos de ingresos merman gravemente la capacidad de intervención de las distintas administraciones públicas (educación, sanidad, desempleo, inversión pública, etc.) y obligan a congelar el gasto público al menos hasta 2017 si se quieren cumplir los compromisos de déficit impuestos por Bruselas, por lo que no se puede descartar una futura subida del IVA naunque Montoro la niegue.

La congelación del gasto, según CCOO, menguará la dimensión del Sector Público en casi cinco puntos sobre el PIB de aquí al 2017 alejando a España de las economías de nuestro entorno más desarrolladas, 'con potentes sectores públicos, y redundará en el recorte de la calidad y cobertura de los servicios públicos esenciales que verán como los recursos reales dedicados a su prestación caen, al tiempo que las necesidades aumentan por el envejecimiento de la población y el progreso tecnológico'.

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