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Berlín sospecha que 17 marcas de coches podrían estar trucando sus emisiones

El Gobierno alemán pacta con cinco fabricantes germanos una revisión "voluntaria" a lo largo de este año de los de 630.000 vehículos sospechosos "de toda Europa".

El ministro de Transportes alemán, Alexander Dobrindt, presenta los resultados de una investigación sobre los motores de los modelos de los principales fabricantes de automóviles. REUTERS/Fabrizio Bensch

Juan Palop / EFE

BERLÍN.- El Gobierno alemán alertó este viernes de que 17 fabricantes de vehículos a los que ha investigado podrían estar desconectando de manera irregular los dispositivos de control de emisiones de algunos de sus modelos, contaminando así en realidad más de lo permitido. El ministro de Transporte alemán, Alexander Dobrindt, realizó esta advertencia al presentar los resultados de una investigación encomendada por Berlín a su Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA) a raíz del escándalo Volkswagen el pasado septiembre.

Del análisis de 53 modelos diesel se desprende que "ninguno" cuenta con un dispositivo que truque las emisiones como el que montó Volkswagen en millones de unidades, pero han saltado las alarmas por este nuevo asunto.

Las marcas y modelos alemanes afectados son Audi (A6), Porsche (Macan), Volkswagen (Amarok, Crafter), Opel (Insignia, Zafira) y Mercedes (V250 bluetec). El ministro explicó que ya se ha acordado con estos cinco fabricantes una revisión "voluntaria", que tendrá lugar a lo largo de este año, de los de 630.000 vehículos sospechosos "de toda Europa".

Los modelos de fabricantes no alemanes son Alfa Romeo (Giulietta), Chevrolet (Cruze), Dacia (Sandero), Fiat (Ducato), Ford (C-Max), Hyundai (ix35, i20), Jaguar (XE), Jeep (Cherokee), Land Rover (Range Rover), Nissan (Navara), Renault (Kadjar) y Suzuki (Vitara). 

El Gobierno alemán, añadió Dobrindt, no puede exigir a estas casas extranjeras que revisen sus vehículos porque tienen su sede central fuera de Alemania. No obstante, va a pedir explicaciones a todos los fabricantes implicados, y está ya en comunicación con sus respectivos gobiernos para aclarar este asunto, indicó el ministro de Transporte.

Las dudas del Ejecutivo alemán se centran en el sistema de limpieza de emisiones, un dispositivo más allá de los filtros que los vehículos deben tener siempre activo y que las leyes comunitarias permiten desconectar excepcionalmente para proteger el motor.

El informe sobre emisiones contaminantes de los motores de los vehículos fabricados en Alemania, presentado por el ministro de Transporte, Alexander Dobrindt, en Berlín. REUTERS/Fabrizio Bensch

El informe de la KBA, de 134 páginas, argumenta que la horquilla de temperaturas en las que estos sistemas se desconectan en los modelos citados es demasiado amplia, algo que no parece estar justificado técnicamente. Con el sistema activado, los modelos analizados cumplían los límites de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), pero al alcanzarse ciertas temperaturas y desactivarse los dispositivos de limpieza los vehículos sospechosos superaban con creces esos límites. "En la investigación de algunos modelos surgieron dudas en la comisión de investigación sobre si la horquilla de temperaturas elegida (por cada fabricante) se justificaba totalmente por motivos de protección del motor", indicó Dobrindt.

El Gobierno alemán ha contactado con los demás países europeos que están investigando emisiones (Francia, Holanda, Italia y el Reino Unido) y aspira a una "clara mejora" de la directiva europea para evitar abusos por la ambigüedad de la ley. El objetivo es que los fabricantes no puedan alegar que desconectan estos dispositivos para proteger el motor cuando el motivo real es "aparentemente" disimular el rendimiento de "motores defectuosos".

Tras destaparse el caso Volkswagen el año pasado, el Ministerio de Transportes encargó a la KBA estudiar los niveles de emisiones de gases contaminantes de más de 50 modelos de una veintena de fabricantes tanto alemanes como extranjeros.

Un monitor muestra los resultados de un examen de las emisiones contaminantes de de un motor, en una estación de control en Varsovia (Polonia). REUTERS/Kacper Pempel

Un monitor muestra los resultados de un examen de las emisiones contaminantes de de un motor, en una estación de control en Varsovia (Polonia). REUTERS/Kacper Pempel

En noviembre, tras analizar unos dos tercios de todos los modelos, la KBA ya avanzó que había detectado valores de emisiones de gases por encima de lo permitido en varios fabricantes. Entonces abrió una fase de consultas con los constructores afectados e indicó que posteriormente podrían buscarse "consecuencias legales".

En septiembre Volkswagen reconoció (tras una denuncia de las autoridades medioambientales de EEUU) haber incluido un software ilegal en unos 9,5 millones de vehículos.

Este programa informático hacía que los coches redujesen sus emisiones para cumplir con los límites solamente cuando eran testados en un banco de pruebas, pero no en condiciones normales. 

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