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Sin cambios en los tipos de interés El BCE mantiene abierto el grifo de dinero mientas apunta la mejoría de la Eurozona

Draghi dice  que la recuperación económica "es cada vez más sólida y que los riesgos a la baja han disminuido aún más", pero admite que no todos los miembros del organismo comparten ese optimismo

Una cámara de televisión encuadra la imagen del presidente del BCE, Mario Draghi, durante la rueda de prensa mensual en la sede de la entidad tras la reunión del Consejo de Gobierno. REUTERS/Kai Pfaffenbach

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El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo su posición de política monetaria ultrarrelajada el jueves, ya que la inflación continúa por debajo de su objetivo, pero reconoció explícitamente el vigor de la economía de la zona euro, ahora en su mejor momento desde la crisis financiera mundial.

El BCE mantuvo su disposición a una mayor flexibilización de su estrategia, dejando la puerta abierta a nuevos recortes de tipos de interés o a un aumento en las compras de activos. Este posicionamiento está en línea con las expectativas del mercado, pero en desacuerdo con los llamamientos de Alemania, motor económico de la zona euro, a favor de una reducción gradual de los estímulos.

"Los datos recibidos desde nuestra reunión de marzo confirman que la recuperación cíclica de la economía de la zona del euro es cada vez más sólida y que los riesgos a la baja han disminuido aún más", dijo el presidente del BCE Mario Draghi en una conferencia de prensa. "Al mismo tiempo, las presiones inflacionarias subyacentes siguen siendo moderadas y aún no han mostrado una tendencia al alza convincente", agregó, justificando que se mantengan las medidas de estímulo.

Sin embargo, en respuesta a la pregunta de un periodista, Draghi señaló que había habido un debate entre los miembros del consejo del BCE sobre la perspectiva de crecimiento de la zona euro, en el que algunos se habían mostrado "más optimistas" que otros.

Como resultado de este intercambio, se había añadido una línea a su discurso que señalaba que los riesgos a la baja para las perspectivas de crecimiento "se relacionan principalmente con factores globales".

Algunos de los observadores consideran que la sutil variación en el lenguaje del BCE anticipa un cambio más audaz en la próxima reunión de junio, donde se podría incluir la eliminación de una frase que indica una disposición a una mayor flexibilización de la política monetaria.

De momento, tal y como se esperaba, el BCE dejó intacta el jueves su política monetaria ultra-relajada, mientras la inflación de la eurozona sigue por debajo del objetivo del organismo por quinto año consecutivo, e incluso a pesar de que el crecimiento muestre su mejor racha desde la crisis financiera global. El BCE mantuvo el tipo clave de refinanciación, que determina el coste del crédito en la economía, en el 0,00%, dejando el de la facilidad marginal de crédito en el 0,25%, y el deposito en el -0,40%.

El presidente del BCE, Mario Draghi, durante la rueda de prensa mensual en la sede de la entidad tras la reunión del Consejo de Gobierno. REUTERS/Kai Pfaffenbach

El presidente del BCE, Mario Draghi, durante la rueda de prensa mensual en la sede de la entidad tras la reunión del Consejo de Gobierno. REUTERS/Kai Pfaffenbach

La confianza económica de la zona euro alcanzó un máximo de 10 años este mes y el riesgo político está retrocediendo después de que Macron ganara la primera ronda de la votación presidencial en Francia.

Tras incumplir durante años su objetivo de una inflación de algo menos del 2% e incluso rozar la deflación, el BCE está comprando bonos por valor de 60.000 millones de euros al mes al menos hasta el final del año y planea mantener los tipos de interés en territorio negativo hasta más tarde. Sin embargo, el crecimiento económico está tomando velocidad, la inflación está por encima del 1% y el arsenal de políticas del BCE está casi agotado, lo que impulsa a los políticos conservadores a comenzar a dibujar el camino hacia la salida.

Con todo Draghi dijo que la tendencia de la inflación todavía no estaba plenamente asentada. "No hemos visto pruebas suficientes para alterar nuestra evaluación de la perspectiva de inflación, y no estamos suficientemente seguros de que la inflación convergerá con niveles coherentes con nuestro objetivo de inflación de manera duradera y sostenible por sí sola", dijo. Aun así, Draghi dijo que el riesgo de deflación prácticamente había desaparecido.

¿Cambios cercanos?

Benoit Coeure, uno de los principales aliados de Draghi, argumentó el pasado jueves que la balanza de riesgos para la economía está ahora en gran medida equilibrada. El punto de vista de Coeure puede no indicar un cambio inminente en la política monetaria, pero sugiere una creciente confianza en las perspectivas y la voluntad de abordar la cuestión (antes tabú) de reducir los estímulos.

El mes pasado, el BCE retiró de su declaración la frase en la que ofrecía la promesa de actuar "utilizando todos los instrumentos disponibles dentro de su mandato" si fuera necesario, lo que apunta a una urgencia cada vez menor de introducir más medidas monetarias.

Podrían eliminarse algunas o todas las referencias a los principales riesgos negativos para las perspectivas, así como el mensaje sobre la posibilidad de nuevos recortes de tipos o mayores compras de activos, dijeron  fuentes con conocimiento directo de las deliberaciones del banco. Sin embargo, es probable que los responsables de la institución sigan siendo prudentes, particularmente los de la periferia del bloque, donde el desempleo es alto y los salarios no están subiendo.

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