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Cientos de proveedores de Abengoa se unen para agilizar el cobro de los 5.000 millones que les adeuda

El impulsor de la plataforma aegura que muchas de ellas son pymes que atraviesan dificultades financieras que pueden comprometer su viabilidad a corto plazo

Una de las torres pertenecientes a la planta solar de Abengoa en Solucar, cerca de Sevilla. REUTERS/Marcelo del Pozo

AGENCIAS

MADRID / SEVILLA.- Cientos de empresas proveedoras y subcontratistas de Abengoa de varios países han constituido este miécoles en Sevilla una asociación para agilizar el cobro de las cantidades que les adeuda el grupo multinacional de ingeniería y defender sus intereses en el preconcurso de acreedores.

El impulsor de la Asociación de Proveedores y Subcontratistas del grupo de empresas Abengoa SA (Aprosab), Pablo Martín Pelegrín, de la consultora EFC Group, ha dicho a los periodistas que la nula información facilitada por Abengoa les impide conocer en detalle las deudas con los proveedores y subcontratistas, más allá del anuncio genérico de que la multinacional adeuda unos 5.000 millones de euros.

Un "problema social"

Martín ha alertado de que muchas de estas empresas, de mediano y pequeño tamaño, atraviesan dificultades financieras que pueden comprometer su viabilidad a corto plazo, por lo que ha urgido a la banca y a las administraciones que les faciliten líneas de financiación.

"Aquí existe un problema social; estas cientos de empresas suponen muchos puestos de trabajo", ha enfatizado.

Ha añadido que la constitución de esta plataforma persigue fortalecer a los proveedores y subcontratistas de Abengoa para defender sus intereses en el actual preconcurso de acreedores en igualdad de condiciones que la banca y los bonistas.

"En cualquier proceso negociador no se negocia igual con uno que con cien; aquí siempre ha habido dos patas bien identificadas, que han sido la banca y los bonistas, y había una tercera pata, que se mencionaba pero nunca se identificaba, que eran los proveedores y los contratistas; ahora tratamos de aglutinarnos para negociar con fuerza", ha señalado.

Martín ha admitido que esta plataforma podría aceptar una quita de la deuda de Abengoa, como suele ocurrir en los concursos de acreedores, pero ha matizado que ahora es prematuro especular sobre cualquier porcentaje, porque desconocen la cuantía exacta de la deuda y no se les ha facilitado el plan de viabilidad diseñado para reflotar el grupo de ingeniería multinacional.

Reunión con la banca y los bonistas

Además,  los bancos acreedores de Abengoa han recibido el plan de viabilidad de la empresa y empezarán ahora a analizar la estructura financiera que pueda garantizar el éxito del proyecto, dijeron el miércoles fuentes que participaron en las negociaciones. "La reunión ha sido constructiva. Una vez presentado el plan, a falta de algún pequeño detalle, ahora de lo que se trata es de empezar a conjugar el plan con el balance", dijo una fuente bancaria.

Otra fuente cercana a la empresa coincidió en que el objetivo actual es "alcanzar un acuerdo sobre la estructura financiera necesaria para desarrollar el modelo de negocio definido por el equipo gestor de Abengoa, Alvarez&Marsal y Lazard".

La fuente bancaria añadió que, una vez analizado el volumen de deuda que se puede soportar, la empresa probablemente debería remitir su propuesta de sostenibilidad, en la que empezaría a hablarse de posibilidades como canje de deuda o quitas. La misma fuente señaló que la banca sigue negociando con los bonistas sobre la oferta de inyectar capital a cambio de un elevado interés y de compartir con las entidades de crédito parte de las garantías de Abengoa Yield que tienen como consecuencia del último préstamo.

Los principales bonistas del grupo, representados por Houlihan Lokey y con un 40% de los cerca de 5.000 millones de euros de bonos de Abengoa, están dispuestos a inyectar unos 160 millones de euros si los bancos acceden a compartir con ellos garantías.

Todas las partes implicadas tendrán que alcanzar un acuerdo de reestructuración antes de finales de marzo, cuando vence el preconcurso de acreedores, para evitar que la empresa suspenda pagos con un pasivo global que podría rondar los 25.000 millones de euros.

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