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El ERE de Popular y Santander despide a más de 400 trabajadoras

La plantilla del banco ‘resuelto’ asume más de dos tercios de las bajas con 769 de las 1.098 salidas, en las que uno de cada diez afectados menores de 50 años tenía jornada reducida por cuidado de familiares

Entrada de la Ciudad Financiera, del Banco Santander, en la localidad madrileña de Boadilla del Monte.

Más de 400 trabajadoras han dejado las plantillas de los bancos Popular y Santander tras la ejecución del ERE de los servicios centrales de ambas entidades, según los datos facilitados este martes por las direcciones de los bancos a los sindicatos que firmaron el acuerdo, CCOO, UGT y FITC.

Finalmente, dejarán las entidades financieras 413 mujeres y 685 hombres, en una proporción del 37,6% frente al 62,4%, inferior en el primer grupo a su peso proporcional en las plantillas, que alcanzaba el 43,5% en Popular y el 46% en Santander.

Entre las mujeres que han salido de ambos bancos hay un grupo importante de madres acogidas a reducciones de jornada por cuidado de hijos, según señalaron fuentes de CGT y de CIG (Central Intersindical Galega), que explicaron que buena parte de ellas recibieron sugerencias para acogerse a las bajas voluntarias.

Finalmente, según informó UGT, causarán baja 35 trabajadoras y cuatro empleados con jornada reducida por cuidado de familiares. Esos 39 ceses, varios de ellos forzosos, suponen un 3,5% del total y casi un 10% de los menores de 50 años, que es la franja en la que se concentran. Los datos facilitados no permiten sacar su proporción entre las mujeres que no alcanzan esa edad.

Dos tercios de las bajas, en Popular

La plantilla de Banco Popular ha asumido finalmente más de dos tercios de las bajas en el ERE conjunto cuando su plantilla supone apenas un tercio de la que de hecho tiene el Santander tras su compra por un euro después de que, en una polémica decisión por las dudas sobre su situación económica real, la UE y el Gobierno español ordenaran amortizar su capital para ‘resolverlo’.

Una vez cerrados los ERE aplicados en ambas entidades el año pasado, la plantilla de Santander alcanzaba los 22.637 trabajadores y la de Popular, 12.343. Las 331 nuevas salidas del primero (218 en Santander España y 113 en su centro corporativo) suman 1.711 en menos de un año y las 769 del segundo elevan las bajas de su plantilla a 3.361, lo que deja la cifra conjunta en 33.870.

Las direcciones de Santander y Popular aseguraron que hoy por hoy no tienen previstos nuevos recortes de empleo, aunque todas las fuerzas sindicales prevén que a finales de este año o comienzos del próximo, una vez finalice la integración de los sistemas informáticos y de las políticas comerciales, afrontarán otro ERE en la red de sucursales, al que serán trasladados ahora otros cien empleados de los servicios centrales de ambas entidades financieras.

Un 98% de bajas voluntarias

La ejecución del ERE, que preveía cerrar las salidas voluntarias a primeros de febrero y prolongar las forzosas a lo largo de todo el año hasta completar las 1.100 previstas (quedan dos), ha quedado cerrada con 1.078 ceses voluntarios (358 diferidos en los próximos meses) y 20 despidos forzosos que ya han sido efectuados. Estos últimos también han sido más numerosos en Popular (11) que en Santander (9).

“Estamos relativamente satisfechos con el resultado, ya que, aunque no fue posible reducir más el número de bajas, las salidas voluntarias han superado el 98% de las previstas en el ERE”, explicó Ignacio Soto, de UGT.

Este sindicato, no obstante, lamentó el comportamiento de algunos gestores y responsables de Recursos Humanos y de áreas territoriales durante el proceso, en el que hubo actuaciones “con escasa o nula consideración hacía unos compañeros que han tenido que tomar decisiones difíciles”.

El acuerdo “ha servido para garantizar y asegurar unas condiciones que de otra manera habrían sido mucho peores”, sostienen desde CCOO, que reclama a Santander un acuerdo de homologación de condiciones y que abra una negociación específica para los futuros traslados de personal de su actual sede central de Boadilla del Monte a una nueva en el centro de Madrid.

Casi dos tercios salen con prejubilaciones

UGT, CCOO y FITC centraron su negociación, en la que recortaron 485 bajas del planteamiento inicial de las empresas, en mejorar las indemnizaciones, que incluyeron prejubilaciones de hasta el 80% del salario para empleados de 55 a 62 años (hasta cumplir 63), finiquitos con 40 días por año trabajado para los despedidos de menos de 50 años y un pago del 80% del sueldo de ocho años para los de 50 a 54, mientras que las primas de voluntariedad llegaban a alcanzar los 40.000 euros en función de la antigüedad.

Por tramos de edad, el grueso de las salidas corresponde a prejubilados de más de 55 años (378) y de entre 50 y esa edad (294), a los que se suman 20 empleados de más de 62, 394 de menos de 55 y 14 que superaban esa edad pero no tenían la antigüedad suficiente para prejubilarse.

Los bancos han rechazado 236 voluntarios a salir, la mayoría de ellos destinados en la red comercial.

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