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Los especuladores zarandean a Liberbank tras la caída de Banco Popular

El sector financiero mira con dudas la salida a bolsa de Unicaja en julio, en pleno ataque a la pequeña banca y en vísperas de la ampliación de capital de 7.000 millones del Santander

Un hombre sentado frente a la sede de Liberbank en Oviedo. REUTERS/Eloy Alonso

Liberank se convirtió este viernes, dos días después de la “resolución” de Banco Popular, en el blanco de los ataques de los especuladores, que llegaron a provocar un desplome del 29% del valor de sus acciones en la segunda jornada consecutiva de zarandeo.

No obstante, los valores del banco, una de las tres fusiones de antiguas cajas de ahorro que cotiza en bolsa junto con Caixabank y Bankia, comenzaron a recuperarse tras finalizar la sesión en el parque y habían reducido la pérdida al 18,32% al cierre del mercado continuo.

Las acciones de Liberbank, una entidad con activos por valor de 39.200 millones y que aglutina los negocios de Cajastur y las antiguas cajas de Castilla-La Mancha, Extremadura y Cantabria, encadena tres semanas de desplome. Comenzó el pasado 22 de mayo, cuando cotizaban a 1,23 euros, lo que supone una devaluación superior al 33% hasta este viernes, cuando cerró a 0,82.

Y se ha acelerado de una manera vertiginosa en los últimos días, concretamente desde el pasado martes, víspera de la liquidación del Popular: en solo tres días, el descenso ha sido de algo más del 25%, de 1,094 a 0,82 euros.

“Se trata de movimientos especulativos, no hay un motivo objetivo para que el valor de las acciones de Liberbank esté bajando de esa manera”, explican fuentes del sector financiero. “Parece que tras la caída de Popular hay quien se ha fijado en Liberbank como la pieza más débil del sistema financiero cotizado”. Los valores de Sabadell y Bankia sufrieron leves retrocesos del 0,17% y el 0,16% mientras el resto de la banca subía.

Unicaja sale a bolsa el 15 de julio

La caída del Popular y los ataques bajistas a Liberbank, las piezas más débiles del sistema bancario cotizado, se producen cuando apenas falta un mes para que, el próximo 15 de julio salga a bolsa Unicaja, que pretende emitir acciones por valor de 625 millones de euros.

“Tendrá que hacer mucho descuento para salir bien”, apuntan fuentes del sector financiero, que consideran que “no es el mejor momento” para plantear el lanzamiento.

Este, además, llegará en vísperas de que se active la ampliación de capital de 7.000 millones del Banco Santander para financiar la absorción del Popular.

La situación, por otro lado, puede tener entre otras consecuencias el enfriamiento de los preparativos de otras entidades, como Ibercaja, para salir a bolsa. En menos de una década, el sector financiero español ha quedado reducido a doce entidades: Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell y Bankinter acaparan el 75% del negocio, mientras el resto se lo reparten BMN (a punto de ser engullida por Bankia), Abanca, Kutxabank, Liberbank, Unicaja e Ibercaja.

“Hay mucha presión a la baja”

Las mismas fuentes señalaron a tres tipos de inversores como posibles causantes de la caída de la cotización: quienes venden para minimizar daños tras el episodio del Popular, quienes presionan a la baja para comprar acciones a un precio bajo con la expectativa de hacer negocio con una eventual futura revalorización y, a la vista de ese tipo de movimientos, los especuladores conocidos como “bajistas” que operan con las llamadas “posiciones cortas”.

Esta operativa consiste en alquilar durante unos días a un grupo inversor un paquete de acciones para, tras venderlas, esperar a que baje su precio y presionar para que eso ocurra, recomprarlas más baratas y quedarse con la diferencia de precio antes de devolvérserlas a su dueño con un porcentaje de las ganancias como comisión. Cuanto más logran hundir el precio de la acción, mayor es su ganancia.

“Hay mucha presión a la baja” en el caso de Liberbank, explicaron fuentes bursátiles. No obstante un portavoz de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) señaló que, pese a esa tendencia, no se dan las condiciones para suspender la cotización del banco. No obstante, tanto el consejero delegado de la entidad, Manuel Menéndez, como uno de los consejeros, Víctor Roza, han invertido esta semana 75.000 y 24.000 euros en la compra, respectivamente, de 79.000 y 27.000 acciones, en un intento de enviar una señal de tranquilidad y confianza al mercado.

Un instrumento de los grandes fondos

El uso de “posiciones cortas”, que denotan la desconfianza de los inversores hacia un valor por su elevada volatilidad, es un instrumento habitual de los grandes fondos de inversión como BlackRock, Marshall Wace y Lansdowme Partners.

Su presencia fue habitual en la última etapa del Popular, en la que llegaron a superar el 12% del capital, y también en la cadena de distribución alimentaria DIA, en la que pasaban del 23% a mediados del mes pasado. En las últimas jornadas su actividad se centra en Liberbank y en Abengoa.

En el caso de Liberbank, un 6,23% del capital social fue objeto de posiciones cortas en los meses de abril y mayo, según informa la CNMV. No obstante, el volumen sería mayor, ya que el órgano de supervisión solo hace públicas las posiciones que afectan a más del 0,5% de las acciones de una firma cotizada.

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