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La Eurocámara pide acabar con la brecha de género en las pensiones

Un informe de la Comisión de Mujer revela una diferencia de más un 39% en la retribución de las jubilaciones entre hombres y mujeres a partir de 65 años en la Unión Europea y pide una estrategia para poner fin a esta situación.

Pensionistas en la Explanada de Alicante. AFP

BEATRIZ RÍOS 

La brecha de género en las pensiones hace referencia la diferencia entre la retribución media percibida por las mujeres y los hombres en concepto de jubilación. Esta brecha, que en 2014 ascendía al 39,4% de media a partir de los 65 años, es consecuencia de la desigualdad estructural de género en el sistema social y laboral. El Parlamento Europeo pedirá este miércoles a la Comisión Europea y el Consejo mediante una resolución que trabajen para reducir esta diferencia. Tania González, eurodiputada de Podemos, es responsable de la opinión que la Comisión de Empleo ha aportado al informe.

En 2014, la diferencia en la retribución salarial media entre hombres y mujeres ascendía al 16,3%. En el caso de las pensiones, la brecha asciende al 39,4%, lo que implica que es solo la punta del iceberg. Por eso, entiende el Parlamento, para abordar el problema tiene que existir un enfoque integral ya que la brecha de género en las pensiones es el producto tanto de la discriminación en la retribución o de las mayores interrupciones de la carrera profesional, como de las dificultades en el acceso a la educación superior o al mercado laboral que sigue siendo mucho menor en el caso de las mujeres que en el de los hombres en la UE.

En definitiva, la resolución considera que la brecha en las pensiones “es un reflejo de la gran cantidad de desigualdades que experimentan las mujeres a lo largo de la vida y en su carrera profesional” y que por lo tanto, “hace falta seguir una estrategia global y generalizada para combatirla”.

En cuanto a la incidencia, en un extremo están las mujeres solteras y sin hijos que, salvo que se dediquen al cuidado de un familiar, suelen sufrir menos la brecha de género. En el otro, las mujeres casadas y con hijos y, particularmente, las familias monoparentales que son especialmente vulnerables.

El texto destaca que “en la mayoría de los Estados miembros de la Unión, las mujeres gozan de una menor cobertura que los hombres en las pensiones de jubilación”. Además, insiste en que el impacto de los recortes y la congelación de las pensiones incrementan el riesgo de pobreza y exclusión en la vejez.

Actualmente un 20,2% de las mujeres mayores de 75 años está en riesgo de exclusión –respecto al 14,6% de los hombres- y el 22% de las mujeres mayores de 65 se encuentra por debajo del umbral de pobreza. Una circunstancia que se ve agravada cuando estas personas pertenecen a minorías sociales, étnicas, raciales o lingüísticas. Por eso, insiste el texto, no se trata solo de alcanzar la igualdad de género “sino también de evitar las situaciones de pobreza y vulnerabilidad que es más probable que afecten a las mujeres con pensiones exiguas”.

Los principales puntos de la propuesta

La Eurocámara pide a la Comisión una estrategia con un enfoque integral contra la brecha de género en las pensiones y a los Estados miembros, que promuevan la lucha contra la misma en el marco de sus políticas sociales. Una estrategia que pasa también por establecer instrumentos estadísticos que permitan analizar el estado de las pensiones en todos los países y el impacto de la brecha de género en ellas.

Pide el Parlamento que la estrategia no se limite a abordar la brecha en sí misma sino las causas subyacentes: diferencia de oportunidades y en el desarrollo de la carrera laboral, discriminación, brecha salarial… Además de reestructurar, si es necesario, los propios sistemas de pensiones.

Considera que los permisos de maternidad, paternidad y parentales así como la conciliación “son instrumentos necesarios e indispensables” para mejorar el reparto de las tareas y por lo tanto, el equilibrio entre la vida privada y la profesional. Y es que las interrupciones en la vida laboral de las mujeres suelen estar relacionadas con la mayor implicación de la mujer en el cuidado de los hijos o de personas dependientes, que las fuerza en muchas ocasiones a optar más que los hombres por trabajos a tiempo parcial. En este sentido, también incide en la necesidad de que existan estructuras de prestación de servicios para niños, mayores o personas dependientes que permitan aliviar la carga.

Respecto al sistema de pensiones, pide a los Estados miembros que fomenten el primer pilar, las pensiones públicas, ya que la incidencia de la brecha de género es menor. Además insiste en la necesidad de que todas las personas tengan acceso a una pensión pública, incluso cuando no reúnan las condiciones de jubilación legal. En este sentido defiende suprimir obstáculos como el aumento de años mínimos de cotización. El Parlamento considera además que es necesario armonizar las pensiones de supervivencia y viudedad para asegurar que no se produce una discriminación respecto a las mujeres solteras.

La posición de la Comisión de Empleo

Tania González (Podemos) fue la ponente de la opinión de Empleo al informe de la Comisión de la Mujer e Igualdad de Género sobre la brecha en las pensiones. La eurodiputada de la formación morada critica la actitud de la republicana francesa Constance Le Grip, ponente del informe, que decidió no incluir gran parte de las medidas propuestas por Empleo. La justificación de Le Grip, cuya maniobra sorprendió entre sus colegas, fue que la competencia de las pensiones pertenece a los Estados miembros. Algo que en realidad se reconoce en el texto y que choca en cualquier caso con el consenso alcanzado entre los eurodiputados. En opinión de González, se trata de un conflicto político al ser sus propuestas mucho más progresistas.

Tania González reconoce que efectivamente la Unión Europea no tiene competencias en materia de pensiones pero explica que sí hace recomendaciones a través del Semestre Europeo. González denuncia precisamente que estas recomendaciones agravan la brecha de género al promover los recortes, la ampliación de la edad de jubilación o los años mínimos cotizados necesarios para cobrar la pensión. De ahí la importancia del informe como guía para promover un cambio en las propuestas de la Comisión en materia de pensiones.

Dado que la resolución no recoge las propuestas de la Comisión de Empleo, éstas han sido presentadas como enmiendas al texto. Estas enmiendas, explica a Público.es Tania González, hacen referencia “a elementos del mercado laboral que fomentan la discriminación en las pensiones y otros relacionados directamente con el sistema de pensiones”. Las enmiendas inciden en la necesaria dignificación salarial de los sectores más precarizados y más feminizados, que suelen ser más precarios; el fortalecimiento del sistema público de pensiones; la subida de los salarios y las pensiones mínimas o que cuenten a la seguridad social los periodos que se ha estado fuera del mercado laboral para dedicarse al cuidado de los hijos o de personas dependientes, entre otros aspectos.

Respecto a la posibilidad de que estas propuestas sean aprobadas durante la votación que tendrá lugar este miércoles, la eurodiputada de Podemos se muestra confiada ya que “en principio es algo que tiene el apoyo de muchos grupos dentro de la comisión y esperamos que eso se refleje también en el pleno” pues se trata, explica, de una posición consensuada dentro de la comisión.

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