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Un exministro en Fráncfort Guindos recibe por los pelos el aprobado para el BCE de una Eurocámara dividida 

Con una diferencia de apenas 25 votos y 62 abstenciones, el Parlamento Europeo da luz verde a la candidatura del exministro español, en un voto precedido por un rifirrafe entre socialistas, verdes y populares sobre el rol que la Eurocámara debería jugar en el procedimiento.

El exministro de Economía, Luis de Guindos, en una rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros. REUTERS 

BEATRIZ RIOS

Con 331 votos a favor, 306 en contra y 62 abstenciones, la Eurocámara ha dado luz verde al nombramiento del ex ministro de Economía español Luis de Guindos como vicepresidente del Banco Central Europeo. Un ajustadísimo respaldo que es un nuevo golpe político a una candidatura ampliamente contestada y una evidencia de que el Parlamento Europeo exige un rol más importante en la toma de decisiones europeas.

El informe ha contado con el respaldo del Partido Popular Europeo, de los liberales de ALDE y los Reformistas y Conservadores Europeos. En contra, se han posicionado los Verdes, la Izquierda Unitaria Europea, la Europa de la Libertad y la Democracia y los Socialdemócratas, con dos excepciones. Portugueses y españoles se habrían abstenido, según confirman fuentes socialistas a Público, aunque el voto en este caso es secreto. La abstención portuguesa se encuadraría en el acuerdo que llevó a Mário Centeno a la cabeza del Eurogrupo el pasado año, tras rehusar el propio De Guindos a presentarse de nuevo.

La opinión de la Eurocámara en la elección de los miembros del comité ejecutivo del BCE es meramente consultiva. Los eurodiputados pueden dar su opinión, apoyar o no al candidato presentado por los Estados miembros y respaldado por el Eurogrupo y el Econfin, pero al final la decisión corresponde al Consejo. Esto explica en gran parte la votación de hoy. Para muchos no es solo un rechazo a la nominación del ex ministro de Economía, que no ha gustado ni Estrasburgo ni en Francfort, es una crítica al desdén con el que Consejo y Eurogrupo han tratado las demandas de los eurodiputados de la Comisión de Asuntos Económicos y Financieros que pedían revisar el proceso de selección y que en una primera evaluación, destacaron al gobernador del Banco Central de Irlanda, Philip Lane, como mejor candidato al puesto.

El pasado 27 de febrero, la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios dio el visto bueno a la candidatura de Luis de Guindos a la vicepresidencia del Banco Central Europeo. Lo hizo con un ajustado margen, 27 votos a favor, 14 en contra y 13 abstenciones, las de los socialistas, que pidieron incluir una llamada al diálogo a Consejo y Eurogrupo para mejorar el proceso de selección. Una llamada que se concretó en la carta que el presidente de la comisión, el italiano Roberto Gualtieri envió a su homólogo en el Eurogrupo, el socialista portugués Mário Centeno.

En la misiva, Gualtieri pide mayor cooperación entre las instituciones de cara a futuros nombramientos, mayor margen temporal, mayor transparencia, una lista de candidatos apropiada y que respete la igualdad de género, más competitividad en el proceso y por supuesto, que se tenga en cuenta la opinión del Parlamento y se explique debidamente la decisión final. Una explicación que no fue necesaria en este caso. Un acuerdo político situó a Luis de Guindos como candidato único, tras retirar Irlanda la candidatura de Lane. Esto tampoco gustó en Estrasburgo.

Mário Centeno contestó la noche antes de la votación a la misiva. Lo hizo echando balones fuera, diciendo que la mayor parte de los cambios que pide Gualtieri conciernen al Consejo Europeo, no al Eurogrupo. Y tiene razón, pero una respuesta tardía hacía imposible impulsar el diálogo con el que Consejo y su presidente, Donald Tusk, tampoco ha movido un dedo por hacerlo.

“Guindos sale muy debilitado”

Por esa “decepcionante” respuesta, el grupo de los Verdes ha pedido hoy aplazar el voto sobre la candidatura, dar margen para la negociación y el debate. La petición ha desembocado en un debate en el que los populares han defendido la necesidad de seguir adelante con el voto para evitar un “vacío” en el comité ejecutivo del BCE que pudiera comprometer la política monetaria de la Unión. “Si esta casa quiere ser tomada en serio, tenemos que cuidar celosamente todos los procedimientos”, ha argumentado el irlandés Brian Hayes. Pervenche Berés, socialista francesa, ha respondido a Hayes que precisamente para salvaguardar al credibilidad del ECB es necesario mejorar la transparencia en el proceso de selección e ir un paso más allá de los tratados. “Tiendo la mano a todos los grupos para que juntos, continuemos esta batalla”, ha concluido Berès.

Pero la propuesta de aplazar el voto no ha tenido eco en el Parlamento que la ha rechazado por amplia mayoría. Los socialistas, que incluso habían sopesado esta posibilidad en un principio, han votado en contra de la misma. “La respuesta es claramente deficiente e insatisfactoria, pero aun así la mayoría conservadora obligó a mantener el voto hoy”, lamenta el eurodiputado de ICV Ernest Urtasun. Las demandas del Parlamento, entiende Urtasun, no han sido escuchadas. “La respuesta es un simple acuse de recibo sin ningún compromiso”, denuncia.

Para el eurodiputado y portavoz de Podemos Miguel Urbán, la decisión de los socialistas de no apoyar un aplazamiento “debilita la posición del Parlamento Europeo”. Urbán valora positivamente el resultado, “De Guindos sale muy debilitado de la votación”. Que votos en contra y abstenciones superen los votos a favor, algo inusual en la cámara, explica el eurodiputado, “demuestra los pocos apoyos con los que contaba la candidatura”.

“A los graves problemas formales del proceso, hay que sumarle que hay muchos miembros de esta cámara que dudamos de la conveniencia de Guindos para el puesto. Existen serias dudas sobre su capacidad, por la nefasta gestión que protagonizó desde el gobierno en la crisis bancaria española, la estafa de las preferentes y la salida a bolsa de Bankia”, sentencia Ernest Urtasun.

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