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El futuro de las pensiones El hachazo a las pensiones no logra elevar la edad real de jubilación

En cuatro años, incluso ha bajado un mes. Las prejubilaciones siguen subiendo y ya representan un 44% del total.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, durante la sesión de control al Gobierno en el Senado. EFE/Javier Lizón

Vicente Clavero

La última reforma de las pensiones, en vigor desde 2013, no ha conseguido elevar la edad media de jubilación, que se situaba a finales de marzo en 64,2 años, frente a los 64,3 de cuando la nueva normativa empezó a aplicarse, según datos proporcionados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

El objetivo de la reforma, concebida cuando las políticas de recortes estaban en su apogeo, era embridar el gasto en pensiones, que crecía de forma galopante debido, entre otras cosas, al aumento de la esperanza de vida y a la incorporación prematura de nuevos perceptores, a los que la crisis había expulsado del mercado laboral.

Con el pretexto de atajar esta situación, se decidió una ampliación progresiva de la edad legal de jubilación, que hasta 2027 habrá pasado de los 65 a los 67 años, y se endurecieron las condiciones para abandonar antes de tiempo la vida activa, salvo en el caso de pérdida involuntaria del puesto de trabajo.

Es imposible saber qué hubiera sucedido si la reforma no llega a aprobarse, pero sí está claro cuáles han sido sus efectos: a día de hoy, ni la edad media de jubilación se ha elevado ni las prejubilaciones han dejado de crecer, al imponerse factores ajenos a las novedades introducidas en la normativa.

La edad media de jubilación incluso ha bajado un mes, de 64,3 a 64,2 años, mientras que las jubilaciones anticipadas han pasado de 119.058 en 2013 a las 136.434 del año pasado, lo que ha hecho que su porcentaje sobre el total suba durante ese periodo del 38% al 44%.

En lo que va de 2017, la tendencia ha ido aun a peor: en los tres meses de los que existen datos oficiales (enero-marzo), el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha reconocido el derecho a pensión a 38.542 personas con menos de 65 años, un 44,6% del total.

La dificultad para aumentar la edad media de jubilación obedece, según los expertos, a que se ven abocados a pedirla, perdiendo dinero, muchos parados de larga duración que se quedaron sin empleo, no logran encontrar otro y han agotado todas las ayudas que ofrece la Administración.

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