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Merlín creará un gigante inmobiliario tras fusionarse con Testa

La nueva empresa tendrá valor bruto activos de 5.500 millones

El presidente ejecutivo de Merlín Properties, Ismael Clemente (i), estrecha la mano del presidente y consejero delegado de Sacyr, Manuel Marique (d), tras el acuerdo para la compra de la inmobiliaria Testa. EFE

Andrés González / REUTERS

MADRID.- La adquisición de la filial patrimonialista de Sacyr, Testa, y la posterior fusión con su negocio permitirá a Merlín Properties crear un gigante inmobiliario desconocido en España desde los años del boom del ladrillo, cuando varias empresas del sector cotizaban en el Ibex-35.

La operación supondrá también un espaldarazo para las finanzas de Sacyr, que anunció que recibirá 1.793 millones de euros con la venta de su participada en varias fases hasta junio del año próximo y desconsolidar la deuda de Testa, reduciendo sustancialmente su apalancamiento.

"Para Sacyr la operación es positiva aunque tiene un impacto neutro en nuestra valoración. Con este acuerdo Sacyr obtiene fondos para rebajar su apalancamiento (-28 por ciento de la deuda neta) y/o financiar su expansión en otras líneas de negocio (concesiones, principalmente)", indicó Sabadell en una nota de análisis a clientes.

La constructora llevaba varios meses analizando distintas alternativas para Testa sin perder el control, pero al final ha decidido vender la totalidad de su participación en una compleja operación.

El acuerdo se ejecutará en varios pasos. Testa reducirá su capital, compensará préstamos a su matriz Sacyr y repartirá un dividendo extraordinario, además de realizar una ampliación de capital que será íntegramente suscrita por Merlín y en la que tomará una primera participación del 25 por ciento en la compañía.

Estas operaciones dejan 238 millones de euros en las arcas de la constructora, indicó la compañía, que posteriormente ingresará otros 1.555,24 millones de euros con la venta a Merlín de la participación restante de Testa todavía en manos de Sacyr.

El precio total de venta está por debajo de los más de 2.125 millones de euros de capitalización de Testa el lunes, aunque se trataba de una participación poco líquida y con un volumen de negociación testimonial el estar en más de un 99 por ciento en manos de Sacyr.

Tras ser suspendidas por la CNMV a media mañana, las acciones de Testa bajaban un 2,88 por ciento a las 1619 hora local. Sacyr subía un 4,1 por ciento mientras que Merlín repuntaba un 2,11 por ciento.

La operación permitirá a Sacyr reducir sustancialmente su deuda financiera, que a 31 de marzo ascendía a 7.084 millones de euros, gracias a los fondos obtenidos con la venta y la desconsolidación de los 1.632 millones de euros adeudados por la filial patrimonialista.

"Sacyr mejorará de forma significativa su posición financiera y podrá desarrollar su programa estratégico global en los negocios de construcción, concesiones de infraestructuras, servicios e industrial", destacó Sacyr en su nota.

La deuda ha sido uno de los principales quebraderos de cabeza para Sacyr desde que pinchase la burbuja inmobiliaria en 2008, mermando significativamente sus ingresos y beneficios y obligando al grupo a acometer una profunda reestructuración con ventas de activos para sanear su posición financiera centrándose en menos negocios.

El grupo llegó recientemente a un acuerdo para reestructurar los 2.272 millones de euros de deuda asociada a su participación del 9 por ciento en Repsol, que tiene como garantía las acciones de Testa, prenda que deberá liberar antes de concluir la venta a Merlín.

Algunos analistas incluso apuntaban a la posibilidad de que Sacyr usase los fondos para liberar la deuda asociada a la petrolera.

"Vemos a Testa como un activo de calidad y usar los fondos obtenidos para cancelar el préstamo de Repsol ayudaría a eliminar riesgo de Sacyr. Dicho esto, Testa era la joya de la corona y también nos gustaría que Sacyr declarase su participación en Repsol como no estratégica", dijeron los analistas de MainFirst Bank AG en una nota a clientes.

La estrategia de Merlín para Testa pasará por la venta de una serie de activos que considera no estratégicos, como algunos suelo o inmuebles residenciales, para centrarse en las oficinas en alquiler o los centros logísticos.

"Se hará una aproximación oportunística en relación a reciclar capital de activos no estratégicos (suelos, activos residenciales en alquiler)", dijo Merlín en una presentación a analistas.

La Socimi, cuya deuda financiera bruta a finales de marzo rondaba los 1.187 millones de euros, quiere además obtener grado de inversión por parte de las agencias de rating, previsiblemente para sustituir deuda bancaria por emisiones de bonos, un paso que ya ha dado Colonial inaugurando un mercado tradicionalmente poco utilizado por las inmobiliarias españolas.

"La compañía se convertirá en la mayor inmobiliaria de España (...) queremos capturar todo el crecimiento del mercado español", sentenció Ismael Clemente, el consejero delegado e Merlín.

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