El consejo de administración de la automovilística japonesa Nissan Motor se reunirá esta jueves para cesar a su presidente, Carlos Ghosn, después de que fuera detenido en Tokio lunes por supuestas irregularidades financieras, en lo que supone una trágica caída de un líder carismático aplaudido por rescatar al fabricante de automóviles japonés de cerca de la bancarrota.

El máximo ejecutivo de la compañía japonesa, Hiroto Saikawa, en una rueda de prensa para informar de los sucesos que han afectado en las últimas horas a Ghosn, calificó los hechos que han derivado en la detención de Ghosn como algo que "no puede tolerar la compañía", aunque prefirió no dar detalles sobre el uso personal del dinero de la empresa, pero dijo que las irregularidades eran graves e inaceptables y que habían continuado durante años.

"Al haber violado tan enormemente la confianza de muchos, me siento lleno de decepción y arrepentimiento", dijo Saikawa en una rueda de prensa. "Es muy difícil expresar esto ... No es solo decepción, sino un sentimiento más fuerte de indignación, y para mí, abatimiento".

Foto de archivo del presidente de Nissan Motor, Carlos Ghosn, durante una rueda de prensa en Yokohama (Japón) en mayo de 2014. EFE/ Kimimasa Mayama

Ghosn, que también es presidente y consejero delegado de la francesa Renault y una de las figuras más conocidas de la industria automovilística mundial, había sido arrestado por utilizar supuestamente dinero de la compañía para uso personal y falseamiento durante años del salario que ganaba.

Ghosn habría dejado de declarar al regulador bursátil de Tokio un total de 5.000 millones de yenes (38,7 millones de euros) de sus ingresos durante los últimos cinco años, detallaron las mismas fuentes.

La detención fue hecha por representantes de la fiscalía del distrito de Tokio, según la cadena pública NHK y otros medios locales.

El consejero delegado de Nissan, Hiroto Saikawa, dijo que se había concentrado demasiado poder en Ghosn, un ejecutivo extranjero (algo poco común en Japón), que disfrutaba de un estatus de superestrella corporativa en el país por relanzar a la alicaída marca japonesa. El empresario, de 64 años, ha liderado durante años la lista de los directivos mejor pagados de Japón, desde que en 2005 asumió las riendas de la alianza Renault-Nissan.

El máximo ejecutivo de la compañía Nissan Motor, Hiroto Saikawa, en rueda de prensa para informar sobre la destitución del presidente del grupo japonés Carlos Ghosn, después de que fuera detenido en Tokio. EFE/ Jiji Press

El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que el Gobierno, el principal accionista del fabricante de automóviles francés, estará atento a la situación Renault y su alianza con Nissan. Renault posee el 43,4% de Nissan, mientras que Nissan posee el 15% de Renault, sin derecho a voto en una alianza que comenzó en 1999. Desde 2016, Nissan tiene una participación de control del 34% en su rival japonés más pequeño, Mitsubishi.

El cese de Ghosn, de 64 años, planteará interrogantes sobre el futuro de la alianza que él personalmente formó y se comprometió a consolidar.

Nacido en Brasil, de ascendencia libanesa y ciudadano francés, Ghosn comenzó su carrera en Michelin en Francia, siendo después contratado por Renault. Pasó a Nissan en 1999 después de que Renault comprara una participación de control y se convirtió en su CEO en 2001. Ghosn se mantuvo en ese cargo hasta el año pasado.

En junio, los accionistas de Renault aprobaron una remuneración de 7,4 millones de euros para Ghosn por 2017. Además, Nissan pagó a Ghosn 1.098 millones de yenes (8,52 millones de euros) en el pasado ejercicio fiscal, lo que supone un salario récord en la empresa, según las cuentas anuales anunciadas en la junta de accionistas de la compañía.