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La fórmula de Mariano Rajoy para reducir el paro: expulsar trabajadores del mercado laboral

En los últimos cinco años en España sólo se han creado 43.500 empleos netos, pero el paro ha bajado en 677.200 personas. Eso significa que 633.000 personas han dejado de buscar un trabajo: han emigrado, han desistido por hartazgo o se han jubilado. 

Rajoy durante una de sus intervenciones en la sesión de investidura. / ANDREA COMAS (REUTERS)

MADRID. — Cuando era líder de la oposición, Mariano Rajoy se fue literalmente a la cola del paro: se dejó fotografiar para un periódico delante de una oficina de empleo para denunciar lo que consideraba una pésima política económica del entonces Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. El titular que acompañaba aquella foto era de esos que podríamos definir como lapidario: "Cuando yo gobierne el paro bajará a la mitad". Aquello fue en enero de 2010. Tras casi cinco años de Gobierno de Rajoy, en España sólo se han creado 43.500 empleos en términos netos. Entre 2008 y 2013 se destruyeron 3,6 millones.

Este jueves el INE ha publicado los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de 2016. Se cumplen cinco años de la EPA justo anterior al arrollador triunfo electoral del PP en 2011. Muchos ciudadanos votaron con aquella EPA en la cabeza y con la promesa de Rajoy de que reduciría el paro. El PP logró una mayoría absoluta. Cinco años después es un buen momento para hacer balance de los resultados de la política laboral de Mariano Rajoy comparando ambas encuestas, la del tercer de 2011 y la del mismo período de 2016.

Cinco años después, tres son las claves que explican el fracaso de Rajoy: el paro sigue por las nubes, el mercado laboral no ofrece muchas oportunidades y el poco empleo que se crea es precario y mal pagado. 

1.Cómo reducir el paro sin crear empleo

Tras casi cinco años con Rajoy en el palacio de La Moncloa, se puede decir en términos generales que ya no se destruye empleo en España, pero tampoco se crea: en octubre de 2016 hay sólo 43.500 ocupados más que en octubre de 2011. Y eso que oficialmente el paro se ha reducido, según la EPA, en 677.200 personas.

Si sólo hay 43.500 ocupados más, ¿dónde han ido todas esas personas que han dejado la cola del paro? Son, exactamente, 633.700 personas que directamente han sido expulsadas del mercado laboral. Ya no forman parte de la población activa, que no ha dejado de reducirse con la crisis: son personas que han dejado de buscar un trabajo bien porque han tenido que buscarlo en otro país, bien porque han desistido de buscar, hartos de hacerlo; y algunos, los menos y los más mayores, han decidido ir a la jubilación. Rajoy podrá presumir de haber reducido el paro, pero tampoco ha creado empleo. 

2. La dificultad de escapar de la cola del paro

En octubre de 2011 el número de parados era de 4.998.000. Cinco años después la cifra sigue muy por encima de los cuatro millones: 4.320. 800 personas siguen atrapadas en la cola del paro. La mayoría de los que han escapado de esa trampa no han encontrado trabajo y los que se quedan cada vez tienen menos perspectivas.

Aunque en honor al rigor periodístico, hay que diferenciar dos fases bajo el Gobierno de Rajoy. Una primera, hasta el primer trimestre de 2014, en la que se perdieron 1.533.400 empleos. Desde entonces se han creado 1.576.900 empleos, compensando los que se habían destruido en los dos primeros años del PP en el poder.

Pero el ritmo de creación de empleo es tan lento aún quedan más de tres años para tener los niveles de empleo que había antes de la crisis, en 2007. Y eso condena a miles de personas a un paro casi de por vida, el número de parados de larga duración se ha disparado en estos cinco años.

Los parados de larga duración han crecido mucho en estos últimos cinco años. El número de personas que llevan dos años o más en el paro se ha disparado un 56%. En octubre de 2011 había 1.249.200 personas que llevaban dos años o más sin trabajo; a día de hoy ya son 1.811.200 los que siguen atrapados de la cola de desempleo en los últimos 24 meses. Son principalmente mujeres y personas mayores de 45 años los que no pueden escapar de este bucle maldito.

En cambio ha caído el número de trabajadores que llevan entre uno y dos años sin trabajo. También son parados de larga duración. Pero en este caso los datos son más positivos: han pasado de 1.158.400 trabajadores hace cinco años a 635.200 en la actualidad. Casi la mitad. Lo que viene a confirmar este dato es que cuanto más tiempo se esté en el paro, más difícil será encontrar empleo. Y el límite que no hay que traspasar el de dos años: si lo cruzas estás perdido.

3. Más precariedad laboral

En los últimos dos años y nueve meses se ha creado sólo el empleo necesario para compensar el que se perdió entre 2012 y 2013. Sin embargo, el empleo que se ha creado es más precario que el se creaba hace unos años: han crecido la temporalidad y la jornada a tiempo parcial, cuando el Gobierno del PP no se ha cansado de repetir en todo este tiempo que su objetivo era precisamente el contrario. 

La temporalidad en octubre de 2011 afectaba al 25,8% de los trabajadores. Cinco años después y una reforma laboral por medio aprobada en 2012 con la promesa, entre otras, de que se iba a reducir el número de contratos temporales, éstos representan el 27% del total. Un dato más, inapelable: cerca del 90% de los contratos nuevos que se han firmado desde mediados de 2013 son temporales.
 
Es también llamativo el crecimiento de la jornada a tiempo parcial, a la que están condenados muchos trabajadores que querrían trabajar más para poder ganar más. Pero la reforma laboral del PP ha fomentado los minijobs encubiertos: la jornada a tiempo parcial ha pasado del 13% en octubre de 2011 al 14,6% en 2016  (y no es su pico más alto). Puede no parecer mucho, pero son 2,7 millones de personas, la mayor parte, casi dos millones, mujeres. Otra discriminación laboral más. 

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