BARCELONA.- Banco Sabadell anunció el viernes un incremento del 11,6% interanual en su beneficio atribuido de los nueve primeros meses del año, hasta los 647 millones, al continuar el impacto positivo de la adquisición el año pasado del británico TSB y por menores provisiones.

Sabadell se benefició de un descenso de las provisiones en los nueve primeros meses del año y en el tercer trimestre. Los analistas ya daban por descontado un nivel inferior de saneamientos debido a que el banco había ya provisionado 350 millones de euros en el segundo trimestre para cumplir con la nueva normativa del Banco de España. Estas dotaciones extraordinarias llevaron a Sabadell a advertir en julio que esperaba que el beneficio neto del año se situara "ligeramente por debajo de los 800 millones de euros" en lugar de un objetivo anterior de 1.000 millones de euros.

El margen de intereses, que mide la diferencia entre el coste de su financiación y lo que ingresa por prestar, subió un 29%, hasta los 2.891 millones, el margen bruto se ha mantenido estable con 4.273 millones (+0,3%) y el margen antes de dotaciones ha caído un 18% hasta 1.995,5 millones.

El ratio de solvencia CET1 ha mejorado hasta el 12%, y las comisiones han aumentado un 8,9%, mientras el ratio de morosidad ha retrocedido hasta el 6,6%, frente al 8,51% de hace un año, y la cobertura de dudosos se ha situado en el 52,9%.

Los volúmenes de crédito vivo han crecido un 2,1% al cierre del tercer trimestre de 2016 en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente y cierra septiembre con un saldo de 137.856,4 millones. El total de recursos de clientes de fuera de balance asciende a 39.711,1 millones de euros, un 11,2% más, y los recursos de clientes en balance aumentan un 0,9% en términos interanuales.

Los resultados por operaciones financieras (ROF) totalizan 556,7 millones e incluyen, entre otros, 378,7 millones por venta de activos financieros disponibles para la venta de renta fija.

La estrategia de venta acelerada de activos ha conseguido la reducción de 634,4 millones de euros en activos problemáticos durante el tercer trimestre, incluyendo una reducción de 157,7 millones en activos adjudicados, lo que supone una reducción trimestral récord, según el banco presidido por Josep Oliu.

A cierre de septiembre, el saldo de dudosos se sitúa en 10.158 millones de euros y el volumen de activos problemáticos se ha reducido hasta los 19.265,1 millones, 3.084,7 millones menos que hace doce meses.