MADRID.- La división española de Vodafone dijo el lunes que, por motivos fiscales, ha decidido suspender la fusión societaria con el operador de cable Ono, adquirido por unos 7.200 millones de euros en 2014.

"Tras una reciente sentencia, las cargas fiscales que la compañía integrada tendría que soportar serían mucho más altas que los impuestos para las dos sociedades separadas", dijo un portavoz de Ono. La compañía buscatrá responder con una mejor estructura fiscal a una tasa del Ayuntamiento de Madrid impuesta por los anteriores equipos municipales, según fuentes del operador.

Recientemente, el Tribunal Supremo consideró legal el cobro de una tasa impuesta por el Ayuntamiento de Madrid a los operadores de telefonía móvil por el uso del subsuelo y suelo, abriendo la puerta a que otros ayuntamientos aprovechen la sentencia para crear nuevos impuestos con las que incrementar los ingresos para las arcas públicas.

La operadora dice que los impuestos que tendría que soportar la comppañía fusionada  serían mucho más altos que para las dos sociedades separadas

En su momento, dicha tasa fue impugnada tanto por Vodafone como por Orange. El gravamen esta diseñado de forma que al calcularse para las sociedades fusionadas Vodafone y Ono su importe es muy superior al correspondiente a cada una de estas dos sociedades por separado. Este ha sido el motivo por el que Vodafone ha decidido anular la integración societaria entre las empresas.

La sentencia del Supremo, que da la razón al Ayuntamiento tras las victorias procesales de las empresas en instancias inferiores, ordena el pago de las cantidades correspondientes a la aplicación de la tasa en los tres últimos ejercicios.

La decisión no tendrá efectos sobre los clientes

De ejecutarse la fusión en los términos inicialmente previstos, Ono y Vodafone serían una única compañía y subiría su factura fiscal. Vodafone tenia previsto culminar la integración de Ono el pasado 1 de junio.

El portavoz dijo que la suspensión de esta operación no tendría consecuencias para los cerca de 18 millones de clientes en España. Las empresas seguirán, como hasta ahora, remitiendo facturas separadas en función de si el usuario pertenece a Vodafone-Ono o a Vodafone, y se verán obligadas a mantener dos contabilidades separadas.