Las farmacias granadinas comienzan hoy a dispensar por 495 euros el llamado kit de paternidad, un bastoncillo que a través de la saliva permite identificar el parentesco entre padres e hijos. Es la primera provincia española en la que se comercializa este producto en boticas. Una decena de empresas lo ofrecían desde hace tiempo a través de Internet y su demanda se había disparado en los últimos tiempos, según el Colegio de Farmacéuticos de Granada, que ayer firmó un convenio con la empresa Lorgen y la Hermandad Farmacéutica de la provincia, que garantiza la distribución.

Entre 2.000 y 5.000 personas piden la prueba cada año en España (incluidos los tests encargados por los juzgados), según las estimaciones de Pilar Arca, directora de Ampligen, empresa dedicada a pruebas de paternidad a través de la Red. 'Lo que pretendemos es que se comercialice por el canal sanitario adecuado', explicó ayer Manuel Fuentes, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Granada. 'En Internet hay mucho fraude', agregó. En Granada hay 490 farmacias y la venta del kit está abierta a aquéllas que lo soliciten. 'El nicho de mercado existe', remacha Arca.

El cliente tiene dos opciones. O bien pedirle al farmacéutico que le tome una muestra de saliva y que la propia farmacia organice el envío y recepción de las pruebas. O bien llevarse el bastoncillo a casa y mandar él mismo la prueba a los laboratorios Lorgen, especializados en test genéticos.

Intimidad y derechos

¿Cómo se garantiza la intimidad? ¿Existe una legislación que limite el uso de estas pruebas? 'Límite como tal, no; sin embargo, también pueden generar conflictos de tipo judicial', asegura Arca. ' Para evitarlos, nosotros le hacemos firmar al padre un documento que certifica que tiene la tutela sobre el niño. Es la protección del menor lo que miramos más', añade. No obstante, el Colegio de Farmacéuticos no precisó cómo se garantizará la legalidad de estas pruebas y la intimidad del menor, y remitió a la empresa. Este periódico no logró localizar a los responsables tras varios intentos.

'Genera muchas dudas', aseguró ayer un experto en Bioética. Otros reclaman controles, una legislación para prevenir abusos, como en el caso de que la madre no esté enterada.

¿Quiénes piden las pruebas? 'Cada vez hay más relaciones fuera de la pareja. A veces hay intereses económicos, como el padre que tiene que pasar una manutención. La prueba se suele pedir cuando se rompe una relación', afirma Arca. 'También la piden las mujeres que se quedan embarazadas de inmigrantes. A veces la familia les presiona para que no les engañen', agrega. La fiabilidad del test alcanza el 99,9%, según los expertos.