Público
Público

Hacer negocio con la crispación

Grup 62 lanza dos cómics en plena precampaña que explotan los odios atávicos entre derecha e izquierda

DAVID MIRÓ

La publicación de Nosaltres els valencians, de Joan Fuster, dio lugar en 1962 al nacimiento de un sello editorial que, desde entonces, ha servido de sostén de la literatura escrita en catalán: Edicions 62.

En 2008 las cosas han cambiado mucho. Tanto que este mismo sello, ahora reconvertido en Grup Editorial 62, sacará a la venta el próximo día 25 dos cómics: uno firmado por César Vidal (la estrella de la Cope en la franja nocturna) que es un compendio de catalanofobia, mentiras como catedrales e insinuaciones insidiosas contra la izquierda y los nacionalismos; y un segundo cómic, firmado por Enric Sopena, que aunque cae en algunas bajezas ( retrata Rajoy como un vividor, poco interesado en las mujeres y franquista sociológico), está escrito con más elegancia.

En el caso de Vidal, es verdad que nadie se puede llamar a engaño sobre sus posiciones y las primeras páginas se aguantan con una media sonrisa. Pero hay un momento en que esa sonrisa se tuerce. Sobre todo porque muchos de los que van a adquirir el cómic se creerán a pies juntillas que Zapatero es un terrorista y los catalanes unos nazis. No hay pizca de ironía en las viñetas.

Detrás de esta operación está Fèlix Riera, un avispado editor siempre atento a importar nuevos fenómenos capaces de reportar pingües beneficios. Pero quizá esta vez se ha pasado de la raya. El tópico dice que los catalanes son grandes mercaderes, pero de aquí a hacer negocio con la convivencia hay un trecho. El dinero catalán sirve para engordar la cuenta de Vidal. Pero sepan sus acólitos que los 18,95 euros que cuesta el cómic irán a parar a una empresa catalana. Sin boicots.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias