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Sin comunión por casarse en el juzgado

El Obispado de Córdoba avala al cura que negó una eucaristía a una mujer casada sólo por lo civil

ÁNGEL MUNÁRRIZ

El enfado de Francisco Osuna ha menguado en las últimas 48 horas, pero no la determinación que adoptó en la cima de su cabreo: pasar a ser “cristiano no católico”. El domingo, en la misa de incineración de su madre en el tanatorio de Córdoba, el sacerdote que oficiaba la misa, tío suyo, negaba la comunión a su esposa, Merche Molina. “Me hizo un gesto para que me apartara y me dijo: ‘Si no te importa’. Luego, giró la cabeza”, cuenta Merche. El motivo de la negativa (que la pareja está casada por lo civil) fue avalado ayer por el Obispado de Córdoba por corresponderse con la doctrina de la Iglesia.

El sacerdote es tío de Francisco. Éste, en declaraciones por teléfono a Público, corroboró ayer la versión del suceso que había ofrecido a Efe el día anterior, aún con el enfado a flor de piel: “Ella se sintió dolida y avergonzada. No dábamos crédito. Pero bueno, hoy lo veo de otra manera”.

Francisco, de 44 años, adopta un tono conciliador y, al igual que su esposa, insiste en su “respeto” por el sacerdote. Merche, de 38 años, admite que se quedó “hecha polvo” y se enorgullece de haber “vuelto educadamente” a su banco junto a su marido. “A lo mejor, me tenía que haber salido”, reflexiona. “Pero mejor así”.

Doctrina 

Antes de su matrimonio con Merche hace ocho años, Francisco ya se había casado por la Iglesia y divorciado. Es la razón por la que a su esposa se le negó la comunión, lo cual concuerda con la doctrina oficial. “Transmitimos a la familia todo el cariño y hacemos nuestro su dolor, pero la doctrina establece que todos los sacramentos, como matrimonio y eucaristía, están relacionados”, explicó ayer una fuente oficial del Obispado de Córdoba.

¿Cómo saben los sacerdotes cuál es el estado civil de las personas a las que dan comunión? La clave, explicada por la misma fuente del Obispado, es que la comunión no se puede dar “si el sacerdote tiene conocimiento de una situación irregular”. La segunda incógnita surge al considerar que era Francisco, y no Merche, la persona divorciada. La respuesta oficial es que la imposibilidad de entregar la eucaristía que establece la doctrina es aplicable a ambos. Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con el sacerdote que ofició la misa.

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