El presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, fue ayer la voz del PP en la oposición. Mientras hablaba de la crisis interna que vive su partido, tratando de apaciguar los ánimos, suplantaba a un tiempo al mismísimo Mariano Rajoy criticando, encendido, a Zapatero.

Tratando de sortear las batallas del PP, el dirigente territorial lanzó todos sus cuchillos contra el presidente del Gobierno. Dijo que el PSOE era 'claramente la ideología del pasado'. 'Zapatero es más Llamazares que Felipe González', comentó. Para Camps, el jefe del Ejecutivo socialista representa el 'compendio de las frustraciones de la izquierda preconstitucional'.

Camps dijo no entender que alguien de su generación sea 'capaz de poner en el debate político cuestiones a las que la izquierda decidió renunciar para alcanzar el gran consenso nacional que fue la Constitución española'.

El agua del Ebro

El mayor apoyo de Rajoy de cara al Congreso considera que el presidente del Gobierno 'ha mentido de forma escandalosa a todos los españoles' en el tema del agua. Primero porque 'hace cuatro años dijo que habría alternativa al trasvase del Ebro y no hay ninguna, y se ha demostrado en el momento en el que Barcelona ha pedido agua para beber'.

La segunda mentira, en su opinión, fue que 'dijo que tenía solucionados los problemas de agua en las cuencas por donde pasa el Ebro y no ha hecho la inversión en infraestructura de regadío que permita a los regantes y usuarios de agua de Aragón utilizar el agua del Ebro para mejorar sus regadíos'.

Y, por último, cuando 'ya había apañado, por debajo de la mesa, el trasvase del agua del Ebro a Barcelona, y dijo que mientras él fuese presidente no habría trasvase del Ebro a ninguna parte de España y en la primera reunión del Consejo de Ministros aprobó un trasvase de 45 hectómetros cúbicos de agua'.

Pero el ataque más duro fue cuando acusó a Zapatero de dilapidar 'recursos públicos, porque 180 millones de euros, que va a costar ese trasvase no puede ser ni provisional ni reversible, eso es malversar fondos públicos'.No descartó movilizaciones ni llevar sus reclamaciones hasta el Tribunal Constitucional y la Unión Europea.