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Zapatero pide a la Iglesia "respeto"

Rouco Varela acepta por primera vez negociar la asignatura de Educación para la Ciudadanía

A Rouco hay que exigirle algo más que r

LUIS CALVO

La Iglesia Española materializó ayer un paso atrás en sus relaciones con el Gobierno. Tras la confrontación que presidió la pasada legislatura, ayer, el nuevo presidente de la conferencia episcopal, Monseñor Rouco Varela, se acercó al Palacio de la Moncloa en son de paz.

Paradójicamente, la Conferencia Episcopal trata de suavizar bajo el mandato de un 'duro' un clima que se enrareció con la presidencia de su antecesor, el 'moderado' Ricardo Blázquez. La hoja de ruta del Vaticano para normalizar la situación antes de la próxima visita de Benedicto XVI a Madrid en 2011 obligaba.

Enfrente ,encontró el mismo deseo de entendimiento. José Luis Rodríguez Zapatero prometió al arzobispo de Madrid 'el apoyo necesario' para que la visita sea un 'éxito'. Moncloa quiso eliminar cualquier atisbo de tensión. En rueda de prensa, la vicepresidenta enmarcó la reunión en la 'obligada cortesía institucional' hacia el recién elegido presidente de la Conferencia Episcopal. La desconfianza, sin embargo, sigue presente. De la Vega reveló que Zapatero había pedido a la Iglesia 'el mismo respeto y lealtad' con el que ésta cuenta por parte del Gobierno de España.

La ristra de desencuentros y conflictos a los que se enfrentan ambas instituciones no es para menos. Desde el propio episcopado señalaron Educación para la Ciudadanía como 'la cuestión que genera más dificultades'. Por primera vez desde que se aprobó al ley, la Iglesia acepta de forma implícita la aplicación de la asignatura. Rouco pidió al presidente 'flexibilidad', pero la respuesta no ha dejado lugar a dudas: 'La ley es la ley'.

Idéntica posición mantiene el Ejecutivo en el resto de temas espinosos. Fuentes del Gobierno explicaban ayer que nadie espera que la Conferencia Episcopal se declare nunca a favor del aborto o la eutanasia o la retirada de símbolos, pero ello no frenará su debate.

En todo caso, no se abordó en profundidad ninguno de los temas que marcaron el desacuerdo de la pasada legislatura. La reunión buscaba un consenso mínimo y se esquivaron los puntos más controvertidos. Ni siquiera la última derrota judicial del locutor de la Cope, Jiménez Losantos, tuvo un hueco en la reunión.

Sí conversaron, en cambio, sobre la reforma de la Ley de Libertad Religiosa que prepara el Gobierno. Zapatero y Rouco tuvieron un primer cambio de impresiones. Según avance la redacción definitiva, los contactos se repetirán. De hecho, el presidente se comprometió ayer a informar a la Conferencia Episcopal de forma 'puntual y concreta sobre los extremos que se van a tocar'.

Pese al clima de satisfacción que ambas partes pregonaban, la jornada comenzó con un desplante que hizo peligrar el clima de entendimiento. Zapatero no salió a recibir al arzobispo a la escalinata tal y como acostumbra. La explicación oficial es que aún no había concluido el Consejo de Ministros. Fuentes del episcopado trataron de quitar hierro a la anécdota, pero el descontento era patente entre algunos de sus miembros. Un horrible comienzo para un final razonable.

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