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El 15-M carga contra las agencias de rating, a las que culpa de la crisis

Los indignados protestan ante las sedes de Moody's, S&P y Fitch. Entregan un documento en el Banco de España en el que critican su actuación

ELENA HERRERA

A las protestas contra los desahucios, las redadas ilegales a inmigrantes o los reproches a los políticos, los indignados añadieron ayer la denuncia de la responsabilidad de las agencias de rating y de las entidades financieras en la crisis económica a su repertorio de acciones.

Así, un centenar de seguidores del Movimiento 15-M se concentraron a las puertas de la sede del Banco de España en Madrid, donde entregaron en el Registro un documento dirigido al gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en el que acusaban a las instituciones financieras y europeas de amenazar a los ciudadanos con sufrir 'graves consecuencias' si no se adoptan medidas de ajuste del gasto público 'para que se pague la deuda a la misma banca que la ha generado'.

'Las calificadoras constituyen un sistema totalitario', dice Jorge Fonseca

Con gran presencia mediática, los indignados leyeron el documento ante el edificio del Banco de España entre gritos de 'si yo no lo he votado, ¿por qué manda el mercado?', '¡no es una crisis, es el sistema!' o '¡los bancos para sentarse, no para hipotecarse!'. A continuación iniciaron su particular vía crucis por las sedes de las agencias de calificación de deuda, a las que identifican como las 'auténticas agencias de especulación'.

La primera parada fue en la sede de Fitch Ratings, donde los indignados volvieron a leer el manifiesto y profirieron gritos de '¡agencias de rating, culpables!'. Convocada por el grupo de trabajo de Economía del 15-M de Sol, la marcha discurrió de forma pacífica por el paseo de la Castellana, donde las oficinas de los diferentes bancos se convirtieron en parada obligada. La mayoría de los manifestantes portaba pancartas en las que podían leerse lemas tales como: 'Pinocho mentía mejor que las agencias de la calificación' o 'Moody's a la cárcel por apología del terrorismo financiero'.

La sede de Standard & Poor's, otra de las agencias que otorgó la máxima calificación a productos financieros basura, fue la siguiente parada. Frente a un cordón policial que custodiaba la entrada a las oficinas, el profesor de Economía Internacional de la Complutense Jorge Fonseca volvió a leer el manifiesto. Después, los indignados se tumbaron en el suelo y, con un euro gigante construido con cartón, escenificaron la sumisión de los ciudadanos respecto a la moneda. '¡Que viene el euro, que viene el euro!', gritaron algunos de ellos entre chillidos y gritos de repulsa.

'Si yo no lo he votado, ¿por qué manda el mercado?', fue uno de los lemas

Entre los manifestantes estaba Manuel Nolla, integrante también del grupo de Economía. Sorprendido por la gran afluencia de público a lo que el grupo de trabajo había preparado como la convocatoria de un 'acto simbólico', censuró que la 'crisis de la deuda' se utilice como una excusa para justificar los ataques 'contra los derechos y contra el patrimonio público'. 'El problema real es la deuda privada y, sin embargo, a quienes la han generado, que son fundamentalmente los bancos, no se les pone ninguna limitación y siguen ganando', continúa Nolla.

Ya en camino hacia la siguiente estación, las sedes en Madrid de la Comisión Europea y de la Eurocámara, los indignados todavía guardaron un momento para la ironía: '¡Queremos agradecer a los cuerpos de seguridad que nos hayan protegido de los criminales, de las agencias de calificación de deuda!', gritó Ruth Martínez, miembro del grupo de Economía.

'La UE actúa influenciada por los lobbies de Bruselas', dicen los indignados

Ante la sede de ambos organismos, un manifestante tomó el megáfono y acusó a las instituciones europeas de haber llevado el sistema a la total desregulación. 'No hubo voluntad de tener una política financiera pública, pero no todo es culpa de los grandes bancos. La Unión Europea también es responsable de la crisis al actuar influenciada por los lobbies de Bruselas', afirmó. 'El Pacto del Euro impone recortes sociales y ajustes estructurales, además promueve la especulación financiera y no lleva a la cárcel a los culpables de la crisis', culminó ante el aplauso del resto de manifestantes.

Para el profesor Fonseca, las agencias de rating 'forman parte de un conjunto de instituciones que constituyen un sistema totalitario', que, a su juicio, 'domina todos los espacios de la vida y lo hace de una manera profundamente antidemocrática, porque, evidentemente explicó, nadie les ha elegido'.

'No habría desahucios ni la situación de desempleo actual si en vez de que las agencias calificadoras se dedicaran a especular se hubiesen eliminado esas entidades y el Banco Central Europeo se dedicase a dar dinero a la población y no a la banca', afirmó Fonseca.

La marcha acabó en las oficinas de Moody's, donde los indignados volvieron a leer el documento de denuncia. De camino a casa, en el Metro, aprovecharon para repartir las octavillas que les quedaban con el objetivo de concienciar a los ciudadanos de la responsabilidad de las entidades financieras. 'Lo que queremos dejar claro es que el pueblo no va a reconocer estas medidas, ni estas deudas, ni estas privatizaciones ni el expolio de su patrimonio. Cuando haya un Gobierno realmente soberano que no se arrodille ante los poderes financieros, esto pensamos revertirlo', puntualizó Manuel Nolla.

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