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La Iglesia avala la muerte digna en su testamento vital

Los obispos se contradicen al criticar la ley que regulará los cuidados paliativos

R. BOCANEGRA / O. CARBALLAR

'¿Alguien puede decir que la de Jesús no fue una muerte digna?', se preguntó absolutamente convencido de que nadie levantaría la mano el arzobispo emérito de Pamplona, Fernando Sebastián, la pasada Semana Santa. Y agregó: 'Fue absolutamente digna a pesar de que no tuvo cuidados paliativos'. Sin embargo, la redacción del testamento vital que la Conferencia Episcopal aconseja en su página web suscribir a sus fieles, hubiera evitado a Cristo muchos de los sufrimientos que padeció antes de morir e incluye de manera específica los tratamientos para paliar la agonía en la hora final.

'Pido que si por mi enfermedad llegara a estar en situación crítica irrecuperable, no se me mantenga en vida por medio de tratamientos desproporcionados; que no se me aplique la eutanasia activa, ni que se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte; que se me administren los tratamientos adecuados para paliar los sufrimientos'. Es un extracto del testamento vital católico y recoge la esencia de la futura Ley Andaluza de Muerte Digna, ampliamente criticada por la jerarquía católica: proteger la dignidad de la persona en el proceso de su muerte, aun cuando esto implique rechazar un tratamiento o aliviar su agonía mediante la sedación paliativa. La norma, al igual que el testamento vital de la Iglesia, también rechaza lo prohíbe el encarnizamiento terapéutico insistir en un tratamiento que no beneficia y añade dolor y excluye la eutanasia activa, tipificada como delito en el Código Penal. La futura ley, pionera en España, también deja fuera el suicidio asistido.

¿A qué se deben entonces las críticas de los obispos? ¿Por qué a la Iglesia le 'sorprende' que Andalucía regule lo que ellos mismos sostienen?¿Por qué se opusieron a que a Inmaculada Echevarría se le retirara un tratamiento que la ataba a una muerte en vida?

Desde el lunes, la CXII Asamblea de los Obispos del Sur (Odisur) debate en Córdoba el anteproyecto de ley andaluz desde la perspectiva de 'la moral católica y el proceso de la muerte'. Está previsto que los obispos presenten hoy un informe sobre la norma. Cuando la Junta anunció la futura ley, el cardenal de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, la definió como un 'entretenimiento absurdo'. Hoy, el cardenal abrirá la jornada con una reflexión titulada Las comunidades de vida consagrada y la pastoral diocesana, según informó Odisur.

El testamento vital no es el único documento que evidencia la contradicción en la Iglesia. El catecismo católico reza así: 'La interrupción de tratamientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o desproporcionados a los resultados puede ser legítima. [...] Las decisiones deben ser tomadas [...] respetando siempre la voluntad razonable y los intereses legítimos del paciente [...] Los cuidados paliativos constituyen una forma privilegiada de la caridad desinteresada. Por esta razón deben ser alentados'.

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