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Calles sin gente

En Ciudad Valdeluz, proyectada para 34.000 personas, sólo residen un centenar de familias

SUSANA HIDALGO

En Ciudad Valdeluz (Yebes, Guadalajara) hay tan poca gente que el único supermercado no puede tener comida perecedera. Las cajeras se aburren. Los pasillos están relucientes, vacíos. Se puede gritar “¡Holaaaaaa!” en la sección de yogures. Fuera, en la calle, se puede saltar y correr por las aceras y calzadas. Se puede hacer un cambio de sentido no permitido en sus amplias avenidas. No pasa nada. No hay gente. No hay coches. Tan sólo un todoterreno de una empresa de seguridad alerta de que ahí hay algo que proteger.

En esta urbanización proyectada para 34.000 habitantes residen sólo un centenar de familias. Basta con dar un paseo un día cualquiera: por la mañana sólo hay obreros rematando edificios. Por la tarde no hay nadie, una o dos personas pululan por los cajeros automáticos. Por la noche algunos vecinos sacan a pasear a sus perros. Las persianas de las urbanizaciones están bajadas, los edificios vacíos. Pocas luces iluminan las ventanas.

¿Qué ha pasado para que en Ciudad Valdeluz, a cinco kilómetros de Guadalajara y vendida por su promotora Reyal Urbis como una bonita ciudad residencial, parezca una ciudad fantasma? La historia empieza en 1998, cuando el PP ubicó la única estación del AVE Madrid-Lleida, a su paso por Guadalajara, en Yebes, un pueblo de 300 habitantes. Poco después, salía a la luz pública que el verdadero favorecido de la operación urbanística había sido Fernando Ramírez de Haro, esposo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre (PP). Él y su familia vieron cómo las miles de hectáreas que poseían en esos terrenos se revalorizaban de manera espectacular.

Ciudad Valdeluz ocupa 490 hectáreas, 331 en el término municipal de Yebes y 158 en el de Guadalajara. Hay dos PAUs (Programas de Actuación Urbanística), uno que corresponde a la zona de Yebes con unas 8.500 viviendas proyectadas y otro en la parte de Guadalajara, con 800. Reyal Urbis asegura que ya se han entregado 1.200 pisos y que próximamente dará 700 más. En total se ha vendido un 84% de las viviendas, aseguran fuentes de la compañía.

“No disponemos del dato real de habitantes ni del número exacto de censados en el Ayuntamiento de Yebes. De lo que sí tenemos constancia es que un alto porcentaje de residentes de Ciudad Valdeluz no se han empadronado en Yebes y que la cifra de vecinos actual se acerca a los 1.000”, insisten en la empresa cuando se les pregunta sobre el desierto en que ha quedado convertida la urbanización.

Los vídeos que venden en Internet las viviendas de Ciudad Valdeluz ofrecen una extraña sensación de felicidad. Promotores sonrientes ofrecen cascadas, parques infantiles, lagos, campos de golf, carril-bici... Una ficción que, un frío día de otoño, se transforma en un mundo sin gente, como si hubiese caído una bomba nuclear.

Dos de la tarde. En el único bar-restaurante de la zona sólo hay obreros y mujeres que limpian las obras. Francisco Pérez, el encargado, explica que el local “en un principio se construyó para dar servicio a los trabajadores”. “Espero que esto tire para adelante, pero eso dependerá de la crisis”, afirma. Varios hombres coinciden: “Hay muchos edificios parados, si no hay dinero, esto no sale”. Una mujer entra a vender cupones de la ONCE y los clientes matan la sobremesa con whisky.

Fuera, el panorama sigue siendo desolador. Hay calles que no llevan a ningún sitio. Una señal que advierte de la presencia de vacas está justo al lado del campo de golf. Dentro del club, varios jubilados apuran sus cafés. Hace demasiado viento para jugar.

Vuelta a la ciudad fantasma. Cinco de la tarde. Una mujer se resguarda del frío en un soportal de una de las tres entidades bancarias que hay en una calle. Se llama Teresa y cuenta que hace dos años su marido y ella compraron un piso amplio en Ciudad Valdeluz. “Nos costó 385.000 euros, pero ahora mi marido se ha quedado en paro y no lo vamos a poder pagar. Además, nuestra idea era vender nuestra casa en Guadalajara, pero no tenemos comprador”, explica. Otra casa más que se quedará vacía. Como Teresa, hay muchas familias que no han podido hacer frente a la hipoteca y han desistido de la idea de mudarse.

Hay otro problema añadido: el transporte. La estación cercana del AVE no tiene lanzaderas, algo que los vecinos llevan exigiendo desde que empezaron a llenar las casas, en el año 2006. El aparcamiento del AVE a su paso por Yebes es otro desierto. Tan sólo el ruido de una carrera de coches teledirigidos rompe el silencio. De vez en cuando pasa un tren. “No más de 15 personas utilizan a diario esta estación”, informa el taquillero.

Falta darle vida al AVE, pero los que residen en Ciudad Valdeluz aseguran que valoran otras cosas, como “la tranquilidad del lugar”. Muchos vienen de Madrid y aseguran que no lo cambiarían por las apreturas de la capital. “Mis hijos pueden salir aquí a la calle sin miedo”, asegura una mujer. Y pone el ejemplo de Móstoles, un municipio en la periferia de Madrid con más de 200.000 habitantes. “Móstoles empezó así, sin autobuses, con poca gente y ahora es una ciudad”, agrega, antes de meterse en el supermercado. Allí, el encargado del establecimiento explica que los fines de semana tienen más clientes. “Es como una ciudad dormitorio, no hay vida entre semana”, apunta.

Al anochecer, Ciudad Valdeluz despierta un poquito. Eva Chacón pasea a su perro. Está viviendo de alquiler. “Un piso de tres habitaciones cuesta 700 euros, pero están bajando los precios”, cuenta. Ella se queja de que no hay estanco, ni farmacia. Aurora Aguado también pasea a sus dos canes. “Echo de menos un bar donde tomarme unas cañas”, reconoce resuelta. Eso sí, no volvería a vivir en Madrid.

Conchi Cabezas y Carmen García coinciden con sus vecinas en que la prioridad es la farmacia. “Y un estanco”, pide otra. “Y la peluquería”, añaden. La sensación de no tener cerca ese tipo de servicios las hace sentir incómodas. Por lo menos dicen que no tienen miedo a salir de noche aunque lo hacen, eso sí, con sus perros.

Mundo Avelandia: Con campo de golf pero sin farmacia

1998
EL AVE LLEGA A YEBES. El Partido Popular coloca una estación de la línea del AVE Madrid-Lleida en Yebes (Guadalajara), a cinco kilómetros de la capital. En el pueblo no viven más de 300 personas. Los terrenos de la zona, pertenecientes a la familia del marido de Esperanza Aguirre, se revalorizan.

2003
EMPIEZA EL PROYECTO. Empieza el proyecto. Ciudad Valdeluz, más conocida como Avelandia, se pone en marcha en el año 2003. “Es la primera ciudad de España que nace desde cero, pensada para ofrecer un nuevo estilo de vida”, venden sus promotores. El total de la superficie asciende a 1, 1 millones de metros cuadrados. La inversión total llega a 1.180 millones de euros.

2007
18 HOYOS EN LA NADA. El año pasado se inauguró en Ciudad Valdeluz un campo de golf de 18 hoyos y una longitud total superior a los 6.000 metros. Lo utilizan sobre todo golfistas de Madrid. Los vecinos de la urbanización aprovechan la cafetería de las instalaciones como lugar de encuentro. 

2008
COLEGIO EN OBRAS. El pasado mes de abril abrió el centro médico, donde una doctora pasa consulta por la tarde, dos días a la semana. El colegio de la urbanización, laico y concertado, abrió sus puertas este curso, pero una parte del centro aún sigue en obras. Da cobertura a la educación entre cero y 18 años. Hay también un supermercado provisional, instalado en una nave prefabricada. No hay farmacia. 

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