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Encierros, manifestaciones, pancartas... el Proceso de Bolonia

el Proceso de Bolonia ha levantado a parte de la comunidad universitaria en Catalunya, pero no todas sus exigencias tienen que ver con la aplicación del nuevo plan

LEA DEL POZO

Encierros, manifestaciones, pancartas... el Proceso de Bolonia ha levantado a parte de la comunidad universitaria en Catalunya, pero no todas sus exigencias tienen que ver con la aplicación del nuevo plan. La retirada de los expedientes que la Universidad Autònoma de Barcelona (UAB) interpuso a 28 estudiantes por actos vandálicos ha sido una de las condiciones que los manifestantes siempre han exigido para dejar las facultades en las que están atrincherados.

Sin embargo, la UAB anunció ayer que seguía adelante con el proceso. Las sanciones podrían suponer expulsiones de la universidad de hasta 11 años. Aun así, el rector, Lluís Ferrer, dijo estar dispuesto a hablar con los expedientados.

Los profesores de la UAB decidieron abrir 31 expedientes a 28 estudiantes por los hechos del 18 de abril, y el 29 y el 30 de mayo. Según la Universidad, los alumnos intentaron impedir la sesión del Consejo de Gobierno y la realización de la Junta Permanente de Letras. En esos días, siempre según la UAB, usaron la violencia y agredieron a miembros del Servicio de Vigilancia.

El anuncio de la UAB coincide con la decisión de los rectores catalanes de abrir un debate con los estudiantes para poner fin a los encierros. 'Los expedientes siempre han estado en sus reivindicaciones pero confío en que este elemento irá perdiendo fuerza', afirmó ayer Blanca Palmada, comisionada de Universidades e Investigación.

En la Universitat de València (UV), varios agentes de la Policía Nacional entraron en la facultad de Derecho la noche del pasado jueves, algo que no sucedía 'desde la época franquista', según las asambleas de estudiantes. El decano, Carlos Alfonso, justificó la actuación diciendo que los estudiantes acampados para protestar contra el plan de Bolonia se negaron a revelar sus identidades y, finalmente, se marcharon. Poco después, algunos volvieron con actitud 'agresiva', según Alfonso. Por ello, llamó a la Policía, que escoltó a los profesores que se 'sintieron amenazados'. Los estudiantes dicen que se negaron a identificarse por miedo a una 'lista negra' y que, más tarde, sólo querían entrar en el edificio a por sus pertenencias.

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