Bruselas despertó este sábado con la llegada de miles de catalanes que, vestidos con la bandera estelada, que incorpora la estrella y la reivindicación independentista, marcharon sobre las amplias avenidas del centro de la ciudad. La plataforma Deu mil a Brusel·les per lautodeteminació aseguró que en el corazón de Europa se congregaron 10.000 personas, tal y como pretendían, pero la Policía local contó 2.900.

Los manifestantes, apoyados por Esquerra Republicana y CiU, exigieron que 'los partidos nacionales catalanes sitúen la independencia como objetivo en sus programas electorales' y que se convoque un referéndum para que Catalunya tenga 'derecho a decidir el futuro colectivo', según el manifiesto, leído tras la interpretación en directo de la música del compositor Pau Casals.

'España nos dice que tenemos que pasar por Madrid para ir a Europa, pero allí no nos quieren escuchar' critica Jordi, que asiste con su novia y una maleta, por falta de tiempo para ir al hotel. Xavier, que acaba de cumplir 18 años, reclama la mayoría de edad para Catalunya, que 'tiene que ser un Estado más dentro de Europa'. Sin incidentes, la marcha transcurrió vestida por pancartas donde se pudo leer en inglés Queremos un Estado catalán, UE, 27 estados+Catalunya=28' o 'Catalunya no es España'. El himno catalán o símbolos de la lucha antifranquista como Lestaca fueron coreados por los manifestantes.

Los residentes en la capital belga están acostumbrados a las manifestaciones independentistas, pero siempre protagonizadas por partidos flamencos que, en su tira y afloja con la región de Valonia, mantienen el país al borde de la ruptura. 'Me interesa la situación en Catalunya, pero me gustaría ver más solidaridad', afirma Josyane, que vive cerca de la ciudad flamenca de Ostende. Josyane se refiere a los carteles que piden una mayor descentralización y que los impuestos se queden en Catalunya. 'El dinero siempre es el catalizador de estas manifestaciones, y más en tiempos de crisis', asegura Luc, que pasea a su perro cerca de la manifestación.

Sin embargo, para Margarita Bardají, profesora de secundaria en Barcelona, 'España está matando a la gallina de los huevos de oro', asegura, 'porque nosotros cumplimos al pagar nuestros impuestos pero recibimos siempre muy poco', añade. Catalunya 'sólo quiere ser un país normal y decidir su futuro dentro de Europa: ¿por qué tanto miedo?', se pregunta.

Los independentistas flamencos comprenden también los motivos de la marcha, que sin embargo no fue secundada por eurodiputados catalanes . 'Nosotros hemos avanzado más en la lucha, pero nos acordamos de cuando nuestro idioma era insultado, de cuando el Estado era sinónimo de amenaza centralizadora', sostiene Simon. 'Les apoyamos, porque hemos pasado por eso', apunta.