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La red para el coche eléctrico se extenderá este año en Madrid, Barcelona y Sevilla

Industria firmará en abril un convenio con las tres ciudades para instalar los puntos de recarga

GLÒRIA AYUSO

Madrid, Barcelona y Sevilla son las tres ciudades en las que se implantará este año una extensa red de recarga para que circulen los primeros vehículos eléctricos que promueve e incentiva el proyecto piloto Movele del Ministerio de Industria.

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) prevé firmar en abril un convenio con las tres administraciones locales para iniciar cuanto antes la instalación de 546 puntos de recarga públicos. El coste de la inversión será de 2,5 millones de euros, de los cuales 1.017.000 los pagará este organismo perteneciente al ministerio. El resto correrá a cargo de los municipios. Madrid tendrá 280 puntos de recarga, lo que supondrá una inversión de 1,3 millones, medio millón subvencionado; Barcelona colocará 191, con un coste de más de 700.000 euros y casi 300.000 procedentes del IDAE; y Sevilla 75, con una inversión de medio millón y casi 150.000 de ayuda. El IDAE prevé que en noviembre se haya completado la red de recarga. 'Lo primero es crear la infraestructura, aunque al principio estará infrautilizada', asume el responsable del proyecto Movele, Juan Luis Pla, que añade que el IDEA formalizará otros convenios con otras ciudades interesadas.

 El ministerio empezará a animar en junio a los ciudadanos a la compra de coches y motocicletas eléctricos con la publicación de un catálogo de modelos subvencionados. Con un presupuesto de 8 millones, la ayuda media será de unos 4.000 euros para los coches, y menor para las motocicletas, que deberán tener una potencia mínima de 4 kW.

El objetivo es que en un año y medio se pongan en circulación 2.000 vehículos en estas tres ciudades. Los municipios también se han comprometido a llevar a cabo otras iniciativas que promuevan su uso, como la reducción del impuesto de circulación y la creación de zonas de aparcamiento que faciliten la recarga.

El proyecto que ha presentado cada ciudad varía en cuanto a las zonas elegidas en las que ubicar los puntos de carga, sea en la calle o en parkings públicos. El IDAE desembolsará las ayudas una vez los municipios hayan efectuado la inversión. Completada la red y publicado el catálogo de vehículos subvencionados, estará todo listo para llevar a cabo una campaña de promoción de compra de vehículos eléctricos en la Feria de Vehículos y Combustibles Alternativos que celebrará Valladolid en noviembre, en la que no faltarán los principales fabricantes de coches eléctricos.

Industria ha finalizado las mesas de trabajo con Renault, Nissan y PSA sobre la fabricación vehículos eléctricos en España. Las firmas han reclamado más ayudas para abaratar la compra para poder abrirse al gran mercado. De las sesiones el Gobierno extrae que fabricar el vehículo entero en España va a ser difícil porque las empresas tienen sus centros de decisión fuera del país. Pero el Plan de Competitividad ha destinado ayudas al coche eléctrico que se centran en proyectos relacionados, buena parte en la industria auxiliar, como motores eléctricos y la obtención de baterías más eficientes, sistemas de iluminación de bajo consumo y puntos de conexión de carga más rápida.

Las fórmulas propuestas para crear la red de puntos de recarga para el coche eléctrico son varias. Además de los enchufes en los parkings públicos y en las gasolineras, se contempla llevar adelante otra iniciativa: habilitarlos en las cabinas telefónicas. El sistema se aprovecharía de la infraestructura ya montada, habitualmente cerca del asfalto. El enchufe se colocará bajo la cabina y al lado deberá haber un espacio para estacionar el coche. El usuario pagará por un tiempo determinado. “Deberá haber vigilantes, como en la zona azul, que controlen que no se sobrepasa el tiempo de ocupación del lugar”, explican los responsables del plan.

La instalación de un punto de carga cuesta entre 2.000 y 4.000 euros, aunque en los casos en los que es preciso realizar obra civil aumenta hasta los 6.000 euros. Las medidas de seguridad es lo que incrementa más su coste. Se calcula que la recarga del coche cuesta seis veces menos que repostar gasolina. Habilitar un enchufe en la plaza de parking privada puede costar entre 300 y 400 euros, según el ministerio.

Acciona y ACS, interesadas

El uso de la electricidad como nuevo combustible para los vehículos ha despertado el interés de las eléctricas españolas y también las europeas, que ven la posibilidad de entrar en el sector del transporte. Pero no sólo las eléctricas están investigando en la nueva oportunidad de negocio, sino también las utilities o empresas de servicio público, como Acciona y ACS, que estudian poder llevar a cabo este tipo de actividad en el futuro. Los estudios se centran, entre otras cosas, en cómo gestionar las recargas masivas sin provocar una caída de la red, ya que los ciudadanos conectarían sus vehículos al llegar a sus casas del trabajo.

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