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López promete el cargo en Gernika sin humillarse ante dios

A diferencia de sus predecesores, el socialista no jurará el cargo, sino que lo prometerá, y lo hará sobre la Constitución

LUIS REPISO

'Entre sonrisas y abrazos / verás que la paz se fragua, / aunque seamos distintos / cual dos gotas de agua'. El primer lehendakari no nacionalista de la actual democracia, el socialista Patxi López, no ha querido discursos al prometer su cargo.

Ha preferido la poesía, los versos de la premio Nobel polaca Wislawa Szymborska y  Maiatza (Mayo), del vasco Kirmen Uribe -que ha leído en euskera-, para transmitir un mensaje de unidad y de integración entre todos los vascos.

Tres décadas después, el Árbol de Gernika ha sido testigo de una promesa -que no juramento- 'sin humillaciones ante dios'. 'Ningún día se repite / ni dos noches son iguales / ni dos besos parecidos, ni dos citas similares', ha recitado emocionado el nuevo inquilino de la Lehendakaritza, ante un ejemplar del Estatuto vasco chapado en acero.

La nueva condición de lehendakari de López se ha notado hasta en el nudo asimétrico de su corbata. Nada ha sido igual en esta toma de posesión respecto a lo que la casa de juntas de Gernika estaba acostumbrada.

La llegada de López y su esposa, Begoña Gil, entre estrictas medidas de seguridad, ha contrastado muy especialmente con la de su antecesor, el peneuvista Juan José Ibarretxe.

'¿Qué tal?', ha preguntado con sonrisa protocolaria -y en euskera- el lehendakari saliente a su sucesor y en presencia de la presidenta del Parlamento vasco, la conservadora Arantza Quiroga. 'Bien', se ha limitado a responder López, entre la aclamación de los presentes.

Tras la lectura del documento firmado por el rey Juan Carlos -de visita oficial en Letonia-, López ha 'aceptado y prometido el cargo'. 'Me comprometo a respetar las leyes establecidas en el Estatuto y la Constitución', ha leído López, quien ha recibido una ovación de más de tres minutos y el bastón de mandos -makila- de la mano del lehendakari saliente.

A continuación, y siempre acompañado por Quiroga, López ha caminado hasta el Árbol de Gernika, un roble de aproximadamente 30 años heredero de una centenaria saga.

'Sobre la tierra vasca levantado, bajo el Árbol de Gernika, prometo desde el respeto a la ley, con el recuerdo de los antepasados', ha afirmado López en euskera y español, y con el rostro visiblemente emocionado.

Después, sólo ha habido lugar para la poesía, las felicitaciones y la emoción: 'Nada sucede dos veces, / y es lo que determina, /que nazcamos sin destreza / y muramos sin rutina'. Mañana se conocerá la composición del Gobierno de López y el sábado 'nos podremos a trabajar'. 

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