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Doce eurodiputados del PP figuran entre los menos activos

Entre ellos están los dos primeros de la lista para el 7-J, Mayor Oreja y Luis de Grandes // El más trabajador es Raül Romeva (ICV)

DANIEL BASTEIRO

Algunos eurodiputados parecen omnipresentes. Hablan al pleno de la Eurocámara, redactan preguntas o informes que se traducen en montañas de papel. Otros, en cambio, pasan por la Cámara sin dejar huella, salvo por su firma en las actas de asistencia y voto.

La web Parlorama.eu, una iniciativa que pretende arrojar luz sobre la actividad parlamentaria, ha elaborado un ranking que sitúa a 18 de los 61 españoles que pasaron por la Cámara en el furgón de cola de esta legislatura. La lista, que computa presencia en el pleno e iniciativas, muestra que 12 de ellos pertenecen al PP, incluidos Jaime Mayor Oreja y otros cinco candidatos en puestos de salida para el 7-J, mientras que los seis restantes son socialistas, dos de ellos en puestos altos de la lista.

Entre los menos activos está, además de Mayor Oreja, el número dos en la candidatura del PP: Luis de Grandes. Y también otras caras conocidas como Ana Mato, Luis Herrero, Carlos Iturgaiz o Rosa Díez. Varios de ellos, pese a su reducida actividad, fueron reclamados por sus partidos como candidatos a las elecciones generales del año pasado. En el otro lado de la balanza, PP y PSOE se encuentran con partidos pequeños que despliegan gran actividad. De los 20 parlamentarios más dinámicos, 11 pertenecen al PSOE, cinco al PP y cuatro, copando los primeros puestos, a Izquierda Unida (IU), Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), CiU o Los Verdes.

El eurodiputado estrella de la lista, Raül Romeva (ICV), explica que “al ser sólo uno, no se puede repartir juego”, lo que “perjudica a la especialización” que sí pueden practicar PP y PSOE. Romeva es el más activo entre los españoles y el séptimo en el total de 926 diputados que han pasado por los 785 escaños. En cinco años ha hablado 164 veces en el pleno y presentado 407 preguntas, 227 resoluciones y cinco informes. Mayor, el sexto entre los españoles más perezosos, presentó seis preguntas, siete resoluciones, dos informes y habló 19 veces al pleno, la última en 2007.


Sin embargo, ni Romeva ni otros parlamentarios se atreven a ponerle el cascabel al gato. “En todos los partidos, también en el PP y el PSOE, hay diputados muy trabajadores”, asegura, cauto, el diputado catalán. Para el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, la lista es creíble “un poquito por arriba y un poquito por abajo”. Duch explica que las iniciativas y la asistencia son a veces la punta del iceberg. “Nuestras estadísticas no cuentan las bajas por enfermedad o maternidad –recuerda– y un diputado puede volcarse media legislatura con un informe de calado, pero salir muy mal parado en estas listas”.

¿Cómo es posible que en un año de legislatura la actividad computable de un diputado se resuma en una opinión escrita y siete intervenciones? Es el caso de Martí Grau (PSOE), que llegó en 2008. “Con mis números salgo bien parado”, señala, aludiendo a la media docena de viajes en misión parlamentaria o su responsabilidad en la negociación de informes firmados por rivales políticos.

“El ranking es cuantitativo, no cualitativo”, dice su autor, Flavien Deltort, que cerró la web tres semanas por “presiones y amenazas judiciales” de los eurodiputados vagos. Duch critica que se centre la atención en la Eurocámara cuando “pocos parlamentos nacionales son tan transparentes con la actividad de sus diputados”.

 


D. B. | Bruselas 

Sólo seis parlamentarios han sido más activos que él en esta legislatura. El primer español en el ranking es él, Raül Romeva (Madrid, 1971). Al ser el único representante de su partido, dice, tiene que estar 'a todo”.

¿Por qué algunos diputados de PP y PSOE salen tan mal parados en el ranking?

Una lista de estas características es forzosamente cuantitativa, y no todo el trabajo se ve. En todo caso, si estás por abajo, en números rojos, algo falla. En mi caso, siendo uno solo, no puedo repartir juego, lo que perjudica a la especialización. Eso sí, aunque el orden hacia el medio de la tabla no está del todo ponderado, los primeros puestos y los últimos sí son muy representativos.

¿Cuál es la actitud de los grandes partidos? ¿Trabajan?

Hay de todo y no se puede generalizar, pero tanto en el PP como en el PSE (Partido Socialista Europeo) hay diputados que trabajan muchísimo. Con todo, su actitud depende mucho de sus partidos nacionales y transportan al Parlamento Europeo los debates españoles. No estaría de más que cuajara que esto no es una Cámara más y que no se puede venir con el mismo ánimo que al Senado o al Congreso.

Ha presentado muchas iniciativas, ¿pero han logrado muchos resultados?

Claro. Mis preguntas al Consejo de Ministros y la Comisión [407 en total] han servido para controlar a estas dos instituciones y mi voz en el Parlamento Europeo ha demostrado el interés de mi partido por Europa. También he tenido algunos éxitos muy concretos, como el código de conducta en la exportación de armas, con el que hemos logrado una nueva herramienta mucho más transparente, la lucha contra los feminicidios en América Central o México o los sistemas de control de la pesca en Europa, temas que se han llevado muchas horas de mi tiempo.

Gran parte de los eurodiputados vuelan hacia casa cada jueves. ¿Cuánto duran sus fines de semana?

Es otro de los tópicos. Para poder hacer preguntas parlamentarias o redactar nuevas iniciativas hace falta estar allí donde se te reclama y salir de Bruselas. Yo recojo en Catalunya inquietudes y preocupaciones que después transformo en iniciativas. Sólo pisando la calle se puede tener contacto con los ciudadanos a los que representas. 

 

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