Público
Público

Una vida a caballo entre Bruselas y Estrasburgo

Los eurodiputados sufren un trajín constante por tener que desplazarse a las diferentes sedes de la Eurocámara, pero nada tiene que ver con su actividad

DANIEL BASTEIRO

De lunes a jueves, en Bruselas. El fin de semana, en casa. Una semana al mes, en Estrasburgo, primera sede del Parlamento Europeo. Los 785 parlamentarios de 27 países se pasan muchas horas a la semana en un avión. Cada viaje revoluciona a un sinfín de funcionarios y asistentes (generalmente dos o tres por diputado), personal de los grupos políticos y periodistas. El movimiento constante no tiene, sin embargo, relación directa con la actividad parlamentaria, responsabilidad última de cada miembro de la Cámara.

Cada eurodiputado forma parte de varias comisiones parlamentarias, los órganos previos a la sesión plenaria donde se aprueban o rechazan los informes parlamentarios. Además, los eurodiputados pueden expresar sus posturas políticas en opiniones o resoluciones y realizar preguntas para controlar a las otras dos grandes instituciones: la Comisión Europea y el Consejo, donde se sientan los 27 Gobiernos.

Además de las sesiones, los diputados emplean su tiempo en comidas de trabajo o reuniones con ciudadanos, agentes de grupos de presión o lobby y sus propios partidos políticos.

Los parlamentarios españoles cobran un sueldo base de 3.126 euros al mes, es decir el sueldo de un diputado del Congreso. “Eso sí, ni los diputados a Cortes se quedan en eso [por los diferentes complementos] y los europeos complementan su asignación con un importe de dietas” que hasta hace poco han sido poco controladas y permitían elevar la cifra en varios miles de euros al mes. A partir de la próxima legislatura, todos los parlamentarios cobrarán un sueldo único sujeto a impuestos nacionales, que nunca superará los 5.500 euros mensuales netos.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias